Fallece otro paciente tratado con el acelerador del hospital Clínico de Zaragoza

Dolores Tapia, una paciente oncológica que fue tratada en el acelerador lineal de electrones del hospital Clínico de Zaragoza durante el periodo en que el aparato estuvo averiado, entre el 10 y el 20 del pasado diciembre, falleció ayer en el citado centro. Con esta muerte son ya nueve las víctimas de un total de 27 pacientes que recibieron un exceso de radiaciones.

De las nueve víctimas, ocho fueron tratadas con electrones y otra, Pablo Ciprés, que falleció en un hospital de Huesca, lo fue con fotones, aunque el Insalud sólo reconoce una relación directa causa-efecto entre la avería del aparato y la muerte de los pacientes en tres de los casos. Continúan ingresados en el hospital Clínico siete enfermos cuya evolución es desigual.

Los familiares de estos enfermos han anunciado que están dispuestos a costear el viaje de la doctora canadiense Rosalie Bertell, especialista en epidemiología y medicina nuclear, que ha ofrecido su ayuda, según informó ayer el portavoz de un grupo de 11, José María Mariñoso.

Por otra parte, el juez instructor del sumarlo, Javier Seoane, ha ordenado la exhumación de los cadáveres de dos pacientes que fueron tratados con el acelerador Y que fallecieron los días 8 y 9 del pasado enero. Hasta el momento se ha practicado la autopsia a seis de los fallecidos, aunque sólo se conocen los resultados de tres de ellos.