_
_
_
_
_

Yeltsin descarta un compromiso con Gorbachov

El presidente del Sóviet Supremo de la Federación Rusa, Borís Yeltsin, reiteró ayer en un discurso en Leningrado sus críticas al líder soviético, Mijail Gorbachov, a quien acusó de encabezar el viraje dado hacia la derecha, y declaró que es imposible llegar a un compromiso con el poder central. Según Yeltsin, el poder central y el PCUS han lanzado una ofensiva en cuatro direcciones principales. La primera de ellas persigue destruir el poder progresista en Rusia.

Más información
Alto el fuego entre osetios y georgianos

Para ello, el grupo comunista ha impuesto la celebración de un congreso extraordinario de diputados del pueblo, que comenzará el jueves próximo. Yeltsin cree que la finalidad de este congreso es derrocarlo. Sin embargo está dispuesto a dar la batalla, y con este objetivo ha pedido el apoyo de los trabajadores de Leningrado, adonde ha ido de visita en lo que muchos consideran el comienzo de la campaña por la presidencia de Rusia.Según el referéndum ruso realizado junto con el de la URSS el domingo pasado, en Rusia se introducirá el puesto de presidente, que será elegido por sufragio universal. Yeltsin ha subrayado que por primera vez en la milenaria historia de Rusia sus habitantes elegirán democráticamente a su dirigente máximo. Además, confía en centrar la atención de los diputados del congreso extraordinario en un nuevo programa económico preparado por su equipo, y no en el rendimiento de cuentas de su gestión.

La segunda dirección de la ofensiva de la derecha, según Yeltsin, la constituye el intento de implantar una "segunda ocupación en el Báltico" y reemplazar a los dirigentes independentistas por marionetas dóciles. Estos intentos, realizados a principios de año a través del Comité de Salvación Nacional de Lituania, fracasaron.

El tercer foco del ataque de los reaccionarios es la glásnost o transparencia informativa, dijo Yeltsin, quien recordó la clausura del programa televisivo Vzgliad, la censura del Servicio de Información Televisiva, la reducción de los canales de transmisión de Radio Rusia y el decreto de Gorbachov por el que creó la Compañía de Radio y Televisión.

La cuarta víctima de la derecha han sido "Ias capas sociales relacionadas con las nuevas realidades económicas"; es decir, en primer lugar los cooperativistas, contra quienes se ha lanzado al KGB, según Yeltsin. Aludía con esto al decreto de Gorbachov que permite a los órganos de seguridad estatal allanar sin previo aviso las cooperativas y que les encarga dirigir la lucha contra el "sabotaje económico".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Como resultado de esta ofensiva, la situación se ha agudizado sobremanera y "el mismo Gorbachov" ha encabezado esta nueva ala derechista, manifestó Yeltsin. El líder ruso acusó al presidente soviético de haber "aplastado el talentoso" programa económico de Grigorí Yablinski y de Stanislav Shatalin y de no haber propuesto nada como alternativa. "Para defender el sistema putrefacto está dispuesto a quitarle al pueblo la última camisa", acusó Yeltsin, refiriéndose a la decisión del Gobierno soviético de aumentar los precios a partir del 2 de abril.

Yeltsin justificó su llamamiento a la guerra contra el poder central: "¿Quién fue el primero en declarar la guerra? ¿No fueron ellos los que llamaron a salir de las trincheras?".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_