Los pabellones del 92 serán "una metáfora de la ciudad"
El equipo de arquitectos formado por Ignacio Vicens, de 40 años, y José Antonio Ramos, de 32 años, ha recibido el primer premio del concurso de ideas para la distribución espacial de Arco 92, organizado por lfema, Feria de Madrid, y dotado con 1,5 millones de pesetas, así como el encargo y la dirección del proyecto. El diseño de los arquitectos plantea la distribución de los pabellones como una metáfora de la ciudad.La actual edición de Arco 91, que por última vez se celebra en el pabellón de cristal de la Casa de Campo, de Madrid, presenta ya los proyectos premiados del concurso de ideas para Arco 92, que se montará en el nuevo parque ferial Juan Carlos I del 6 al 11 de febrero de 1992.
Al concurso de ideas para la distribución espacial de Arco 92 se han presentado 45 proyectos de arquitectos de toda España. Las soluciones del concurso comprendían los pabellones 2, 4 y 6 del nuevo parque ferial proyectado por Francisco Sáenz de Oiza, Estanislao Pérez Pita y Jerónimo Junquera, con una superficie total de 26.000 metros cuadrados y una altura de nueve metros. El concurso pedía resolver el espacio interior, la construcción de los pabellones tipo modular de 20 a 100 metros cuadrados y la señalización global.
El arquitecto Ignacio Vicens, autor del Consulado de España en Zúrich y numerosas viviendas unifamiliares, entre otras obras, investigador de la arquitectura efímera (realizó la plataforma en el estadio Bernabéu con motivo de la visita del papa Juan Pablo II), declara que el proyecto para la distribución espacial de Arco 92 va a potenciar la arquitectura frente a la neutralidad del pabellón como contenedor.
"El proyecto se basa en la forma de la ciudad, con sus calles, en donde se sitúan los stands o pabellones de las galerías en un solo lado y en el otro un gran muro, junto a otros elementos de orientación como obeliscos y plazas de distintas formas", declara Ignacio Vicens. "Entre los pabellones circula un muro dorado quebrado y pasarelas situadas a seis metros desde las que se ofrece una visión atípica de las obras expuestas. La intención es hacer una metáfora de la ciudad, un urbanismo de los pabellones de forma racional y un paseo arquitectónico, con grandes espacios abiertos para la vida comunitaria".
Los profesionales consultados coinciden en que el montaje de las instalaciones de la edición actual, realizado por una firma española en concurso público, está en un nivel "de los mejores del mundo", según el galerista Antonio Machón, sobre todo tras la experiencia negativa de las dos ferias anteriores, por una empresa francesa.
La galerista Juana de Aizpuru, directora de las seis primeras ediciones de Arco, pide a los pabellones "un buen acabado y una buena iluminación, ya que se trata de reproducir una sala de arte". Mientras Helga de Alvear prefiere "los espacios limpios, uniformes y blancos, donde el protagonismo sea la obra de arte", Antonio Machón desconfía de los arquitectos que no tengan en cuenta la opinión de los galeristas.
El destino del pabellón de cristal de la Casa de Campo, proyectado por el arquitecto Francisco de Asís Cabrero, no está decidido tras la celebración de las ferias programadas antes de la apertura del nuevo parque ferial. El Ayuntamiento de Madrid, según anunció el alcalde, Rodríguez Sahagún, quierte convertirlo en un salón permanente del arte contemporáneo, mientras que Ifema quiere instalar "un museo de la memoria de Arco", con la colección de la Fundación Arco.
