_
_
_
_

Frank Marshall, productor de Spielberg, debuta como director con 'Arachnophobia'

La película sobre las arañas asesinas se estrena en enero en los cines españoles

Andrés Fernández Rubio

Un pueblo apacible de California, una familia unida y un entorno de buena vecindad. Pero que no se sienta segura la clase media, porque acechan peligros procedentes del Amazonas: los arañones asesinos. Frank Marshall, productor junto a su mujer, Kathleen Kennedy, de los mayores éxitos de Steven Spielberg, no ha abandonado el filón del terror en la película con la que debuta como director, Arachnophobia, recién presentada en Estados Unidos y que se estrenará en enero en las pantallas españolas. "He querido hacer un thriller cómico" afirma.

Marshall no ha querido complicarse la vida con profundidades. Las únicas a las que ha bajado son las de la selva. Allí, en un abismo natural inexplorado, se reproducen unas arañas de gran tamaño y veneno mortal. Unos científicos las descubren y uno de los miembros del equipo es atacado. En el ataúd que traslada su cadáver a su pueblecito de origen, un campestre y apacible lugar de California, el cuerpo lleva una inquilina.Esa araña, gigante y peluda, será la que se escape del depósito de cadáveres y se instale en el pajar de la casa que el nuevo médico del pueblo ha alquilado para él, su mujer y los encantadores niños. A partir de ahí comienza el terror de los arañones, con un ritmo sofocante calcado de Spielberg, escenas que levantan alaridos entre los espectadores y saludables dosis (le humor.

Marshall y su mujer acudieron a Orlando (Florida, Esta(los Unidos) el pasado verano para el estreno mundial del filme. Bajo su apariencia de dulces personajes de tebeo seguramente se esconden tiburones al estilo de Wall Street, a juzgar por su imperio como productores, formado por algunos de los mayores éxitos de Spielberg y (le la historia del cine, como ET o la serie de Indiana Jones.

"He hecho este tipo de película por varias razones", explica Marshall. "En primer lugar, porque estoy acostumbrado a la clase de historia que plantea, que es el jugar con elementos incontrolables, como ratas o serpientes, o lo que sea. Pero al mismo tiempo sentí que era capaz de dirigirla haciéndola mía; en otras palabras, era un filme de grupo, de ensamblaje, es decir, la película es en sí misma la estrella. No tenía, por ejemplo, que trabajar con una gran estrella de cine que me hiciera sufrir. Además, varios de los directores con los que he trabajado, como Bogdanovich o Spielberg, hicieron un thriller en su primera película, el primero en El héroe anda suelto y el segundo en Duel".

Tiene razón Marshall cuando habla de que Arachnophobia es un filme de ensamblaje, ya que, aparte del reparto, con Jeff Daniels, Julian Sands y John Goodman, y el equipo de producción habitual, aparecen en los créditos una Unidad Araña y otra denominada Efectos de Criaturas, en las que se incluyen decenas de nombres.

Terror divertido

"Y junto a la serie de esos elementos incontrolables que me motivaban", añade Frank Marshall, "y que suponían un reto para mí, estaba la idea, compartida por los guionistas Don Jakobi y Wesley Strick, de que deseábamos una película que no fuera simplemente de terror; que asustara, pero que fuera divertida. No quería sólo una película de sangre y vísceras".El humor tiene "ocho patas, dos dientes y una actitud", según una frase anunciadora. Después de estudiar ocho variedades diferentes, la araña delena de Nueva Zelanda fue elegida para representar a las soldado, mientras que para la gigantesca protagonista resultó elegida la tarántula amazónica, comedora de pájaros, insectos y ratones. Los adiestradores de arañas consiguieron que el sonido más familiar durante el rodaje fueran los secadores de pelo portátiles, que se usaban para dirigir a las arañas por un camino concreto usando aire frío o caliente. Otras barreras fueron una cera cuya superficie húmeda y gomosa repelía a las arañas delena y un sistema de alambres vibratorios de un filamento tan fino que resultaban invisibles para la cámara.

"Me interesaba sobre todo que la película resultase creíble", dice Frank Marshall, "y preferí los hechos científicos a la ficción científica: leí en el National Geographic una información acerca de una zona de la selva en la que actualmente los dinosaurios podrían existir; fuimos, hicimos las localizaciones y hallamos una enorme falla geográfica, donde resultaba perfectamente posible imaginar que existiera una especie de araña venenosa capaz de crear una serie de arañas obreras. Y de ahí partimos en la historia, enviando a un equipo de científicos que descubren esa especie y se fascinan. Entre líneas surge otra idea: "Si juegas con la madre naturaleza, has de enfrentarte a las consecuencias".

Sobre cómo el director Spielberg actuó como productor junto al productor Marshall convertido en director, éste dice: "Somos grandes amigos. Me he sentido, eso sí, como un estudiante a punto de graduarse que se presenta con la película a su examen final. Steven me ha ayudado mucho, y he aprendido mucho con él. Sí creo que hay mucha influencia de él en lo que he hecho. Pero también es cierto que todos los directores con los que he trabajado me han dejado huella".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_