El legado de Gil de Biedma contiene 2.000 folios de diarios, notas, apuntes y cartas

La escritora Carme Riera ha empezado a clasificar el material de las más de 30 carpetas que el poeta Jaime Gil de Biedma dejó a su muerte en manos de la agente literaria Carmen Balcells. El legado -unos 2.000 folios contiene, aparte de Retrato del artista en 1956, que Lumen publicará en enero y que ya había sido editado parcialmente en 1974, un Diario de 1978 y numerosa correspondencia con miembros de la Escuela de Barcelona y de la generación del 27. La magnitud del legado contrasta con la brevedad de la obra publicada por Gil de Biedma, que hace más de 10 años anunció que dejaba de escribir.

Fue en abril del pasado año, unos nueve meses antes de su muerte, cuando Jaime Gil de Biedma se entrevistó con la agente literaria Carmen Balcells y le entregó el texto completo de Retrato del artista en 1956, que Lumen había publicado parcialmente en 1974 con el título Diario del artista seriamente efermo. En carta remitida a Carmen Balcells con fecha del 18 de abril de 1989, Gil de Biedma manifestaba que entregaba a la agencia de Balcells el material escrito por él para que gestionara sus derechos con esta condición: "Que se publique después de mi muerte". La carta advertía que la agente sería la albacea de ese material aun en el caso de que sus herederos dispusieran lo contrario.Pocos días después de la muerte de Gil de Biedma, ocurrida el pasado 8 de enero, dos amigos íntimos del poeta -Ana María Moix y Josep Madern- depositaban en la agencia de Balcells una treintena de carpetas con unos 2.000 folios de material inédito del escritor.

El material depositado, de índole muy diversa, requería el examen de expertos; por ello, Carme Riera ha iniciado hace pocos días, con ayuda de algunos doctorandos, una clasificación rigurosa del mismo.

Un primer examen de las carpetas revela la obsesión de Jaime Gil de Biedma por conservar todo el material escrito que llegaba a sus manos o que producía. En las carpetas pueden hallarse desde cartas, notas apresuradas y borradores hasta calendarios, propaganda e incluso informes sobre la Compañía de Tabacos de Filipinas, donde él trabajaba. "Hay hasta facturas del sastre", bromea Carmen Balcells.

Todo el material es inédito, excepto algunas poesías publicadas en los últimos meses en revistas literarias, y a Carme Riera corresponde establecer cuál es suficientemente importante para ser publicado.

Una dificultad añadida para la revisión es que Gil de Biedma se tomo la molestia de etiquetar cada carpeta, pero no siempre la etiqueta se corresponde con el contenido. En algunos casos, además, siguió el criterio cronológico, mientras que en otros prefirió el personal o temático.

Los diarios son el material más destacado del legado, especialmente las dos partes que se añaden al Diario del artista seriamente enfermo, que son Las islas de Circe e Informe sobre la administración general en Filipinas. Este diario de 1956 aparecerá publicado por Lumen en enero, coincidiendo con el primer aniversario- de la muerte del escritor, mientras que el Diario de 1978 -completamente inédito- será publicado más adelante por la misma editorial.

Aparte de los diarios, el apartado de la correspondencia es quizá el más rico. Hay numerosas cartas cruzadas con sus amigos de la Escuela de Barcelona, como Carlos Barral -que le llama a menudo frère Jacques-, Gabriel Ferrater, los Goytisolo (especialmente Juan), y también con miembros de la generación del 27, como Vicente Aleixandre y Jorge Guillén.

En un grupo de carpetas, clasificadas bajo la etiqueta De varia re o Papeles varios, puede encontrarse todo tipo de papeles. Esbozos de poesías, una traducción al inglés de sus propios versos (Childhood and confessions), notas sobre Espronceda, sobre T. S. Elliot, sobre Carlos Barral, reflexiones sobre sus propios libros e incluso apuntes de un dietario en inglés.

Curiosamente, cuando a Gil de Biedma le preguntaban si guardaba correspondencia, solía comentar que tiraba todas las cartas, lo que ha resultado ser absolutamente falso, a la vista del legado.

Para tener una idea de lo variado del contenido, basta citar que una carpeta examinada al azar, etiquetada como Correspondencia, contiene por ejemplo un dólar de Hong Kong, fotos de cuando el escritor asistió a un congreso de cultura en Cuba, en diciembre de 1967, cuatro fotos de carnet tomadas en el Drugstore de Barcelona con un amigo, cartas de editoriales con liquidaciones de derechos de autor y correspondencia con Carlos Barral, Gabriel Ferrater, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Juan Luis Panero, Juan García Hortelano, Joan Vinyoli, Jaime Salinas, José Batlló y Ángel González, entre otros.

En otras carpetas aparecen postales sin escribir, telegramas e incluso una nota dejada por alguien en el parabrisas de su coche, según se deduce del texto. También hay recortes de prensa, entre los que llama la atención una cara de Greta Garbo en Grecia y una enigmática nota, escrita a mano, al margen: "Infiel. Ahora lo entiendo todo".