El Gobierno argentino aplaza la firma del decreto para el traspaso de Aerolíneas al grupo que lidera Iberia

A las siete de la tarde de ayer -las de diez de la noche en España-, el ministro de Salud y Acción Social del Gobierno argentino, Alberto Kohan, confirmó oficialmente lo que a esa hora ya era más que una sospecha: el traspaso de Aerolíneas Argentinas al grupo que encabezan Iberia y las empresas Zanón y Cielos del Sur, el único que presentó oferta en el concurso público internacional, se postergaba "hasta mañana". Fuentes de la Administración culparon a Cielos del Sur de la dilación, por no haber conseguido a tiempo las garantías requeridas.

El presidente Carlos Menem permaneció todo el día en su residencia del barrio de Olivos a la espera de que concluyera la reunión entre los representantes del Gobierno y los compradores sobre las llamadas contra garantías que las empresas debían ofrecer a sus socios financieros. Poco después de las 18.00, la hora anunciada oficialmente para una ceremonia que iba a ser transmistida por radio y televisión a todo el país, un empleado cerró las puertas del salón Blanco de la Casa Rosada, la sede del Gobierno, y los periodistas comprendieron entonces que algo andaba mal.El ministro de Obras y Servicios Públicos, José Dromin, se había reunido a primera hora de la mañana con los representantes del grupo comprador para resolver cuáles serían las garantías que se ofrecerían al Banco de la Provincia de Buenos Aires, el socio financiero que garantiza a su vez al Gobierno el pago en cuotas de 130 millones de dólares. Por su parte, el banco Credit Suisse debía presentar también los avales del plan de inversiones por 68 millones de dólares. La demora del acuerdo impidió la firma de los contratos y, en consecuencia, la posterior firma del decreto de traspaso.

Depósito

Anoche, los funcionarios no sabían todavía cuando podría entregarse finalmente la compañía. Para algunos sería hoy mismo y, para otros, podría demorarse aún otras "24 o 48 horas". El directivo de Aviaco Manuel Estévez será nombrado vicepresidente ejecutivo de la nueva Aerolíneas Argentinas SA (Arsa). Iberia, que no ha puesto nada como garantía, había depositado 130 millones de dólares en la sucursal en Nueva York del Banco de la Nación Argentina para cumplir con la parte del pago en efectivo.El Gobierno argentino no pudo disponer de ese dinero hasta que no consiguió la "dispensa" de los bancos acreedores para vender una empresa que había ofrecido a su vez como garantía por créditos anteriores. Por su parte, el consorcio que lidera Iberia sólo tiene 1.000 de los 2.010 millones de dólares en títulos de la deuda externa argentina que debe entregar dentro de 90 días. Los bonos de la deuda externa argentina se cotizan a una sexta parte de su valor nominal.

Por esa cantidad en bonos -2.010 millones de dólares más 130 millones de dólares en el momento de tomar posesión y otros 130 a pagar en cuotas-, el grupo de Iberia, Zanón, Cielos del Sur y sus socios menores controlarán el 85% de las acciones de la nueva aerolínea, el 55% de la Buenos Aires Catering -servicio de comidas para y el 100% compañías aéreas de la agencia de turismo Optar.

El Estado argentino retiene el 5% de las acciones de Aerolíneas pero conserva "derecho a veto" sobre decisiones que afecten a su patrimonio o modifiquen las rutas que cubre actualmente. El 10% restante será distribuido entre los empleados de la compañía según el Programa de Propiedad Participada.

Aerolíneas ha transportado unos cuatro millones de pasajeros en los 29 aviones de su flota y factura unos 700 millones de dólares al año. Los beneficios para los nuevos dueños están asegurados porque el Estado argentino se ha hecho cargo de todas las deudas.