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Los padres de 500 alumnos de un colegio de Andújar impiden a sus hijos ir a clase por la asistencia de siete niños gitanos

Unos 500 alumnos del colegio público José Ruiz de Gordoa, de Andújar (Jaén), no asisten a clase desde el pasado miércoles, debido a que sus padres se lo impiden por la escolarización de siete alumnos de etnia gitana. Paralelamente, unos 300 padres de alumnos de este colegio, catalogado por la Junta de Andalucía como de actuación educativa preferente, exigieron en la noche del pasado jueves al consejo escolar la expulsión de estos siete niños, todo ellos prácticamente analfabetos y con edades entre los 10 y los 14 años.Los padres fundamentan la expulsión de estos niños -que disponen de una aula y una profesora especial- en que la mayoría se dedica a traficar con droga y a pincharse". "Dicen que desde que vienen a clase estos alumnos han aparecido jeringuillas, pero es no es cierto: apareció una y en un agujero fuera del centro", señaló ayer el director del colegio, Antonio Reche.

Magdalena Rubio, miembro del consejo escolar del centro, dijo ayer: "Nosotros queremos a los gitanos, pero lo que nos han traído aquí son de mal fiar. Son drogadictos, son una gentuza de lo mas gordo y no queremos niños de esta clase en el colegio". Los padres contrarios a la escolarización de estos niños aseguran que la única solución factible para que concluyan las protestas es la expulsión de los niños y supresión del aula especialmente creada para ellos.

El Consejo Escolar, que se reunió en la noche del pasado jueves con carácter extraordinario, acordó proponer a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía que los siete gitanos objeto de la polémica sean distribuidos en los distintos colegios de la localidad, según manifestó ayer Antonio Reche.

Según Reche, desde que surgieron las protestas de los padres, el absentismo escolar ha ido en aumento, hasta el punto de que, ayer sólo asistieron a clase 58 escolares, de los 608 matriculados. Estos siete niños -"totalmente analfabetos", según Reche- acuden a clase "desde hace unos 20 días", y disponen de una profesora especial para ellos, ya que "algunos ni siquiera habían cogido antes un lápiz", añadió.

La iniciativa de dotar al colegio de una profesora especial que impartiera clase a niños analfabetos partió del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Andújar, gobernado por el PSOE, tras "comprobar el alto nivel de desescolarización que existía en la ciudad".

Solidaridad

El concejal de Educación de Andújar, Alfonso Cátedra, culpa a un "grupo reducido de padres" de haber imbuido al resto "para que sigan sus instrucciones e impidan que sus hijos asistan a clase"."La mayoría de los padres" argumenta, "no ha enviado a los niños a clases por temor a que les señalen con el dedo". El alcalde de Andújar, el socialista Ángel Arcos Moya, señaló ayer que se trataba de "un problema de solidaridad social", máxime cuando, como es el caso, "no existen razones".

En la mañana de ayer un grupo de padres se concentró frente a las puertas del centro escolar para impedir la entrada de los escolares, actuando como piquetes. Igualmente otros padres actuaron en sentido contrario, por lo que, finalmente entraron en las aulas 58 niños.

Tanto la Policía Local de Andújar, población de unos 40.000 habitantes, como el director del colegio han señalado que ninguno de los niños gitanos objeto de la polémica poseen antecedentes penales. El consejo escolar, en un comunicado hecho público, sostiene que estos niños "tienen derecho a la educación y escolarización" y entiende que estos niños están asistido del principio de la presunción de inocencia.

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