Decepción española por la actitud de Washington ante el asesinato de seis jesuitas en El Salvador

ENVIADO ESPECIALEl Gobierno español se siente "decepcionado", según declaró ayer en San Salvador el subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Inocencio Arias, por la actitud mostrada por las autoridades de Estados Unidos en el proceso de investigación del asesinato de seis jesuitas (cinco de los cuales eran españoles), del que ayer se cumplió el primer aniversario sin que todavía hayan sido condenados los culpables.

Inocencio Arias mencionó que, particularmente en el caso de la primera testigo de la matanza, Lucía Barrera, que fue trasaldada a Miami siete días después de los asesinatos, "la actitud del FBI no fue la que se esperaba". Se convino que sería trasladada a Estados Unidos para entregarla a los jesuitas norteamericanos, no a una agencia de Estados Unidos, pero después pasaron siete u ocho días antes de ponerla en manos de los jesuitas, dijo Arias. Tras su estancia en la embajada de España en el Salvador y su salida de este país, Lucía Barrera permaneció varios días sometida a un interrogatorio en el que intervinieron un oficial del ejército salvadoreño y un funcionario de la Embajada de Estados Unidos en San Salvador.Acusaciones

Arias no quiso pronunciarse todavía sobre otros motivos de queja que los jesuitas tienen en relación con el comportamiento de Estados Unidos en el caso, pero afirmó que va a recabar información sobre esos temas durante su estancia en El Salvador.

Los jesuitas acusan a la Embajada de Estados Unidos y al departamento de Estado norteamericano de haber ocultado algunas pruebas y haber falsificado otras. Aunque al mismo tiempo, reconocen que "como pueblo, el de Estados Unidos es el que más ha hecho para influir en el caso, y también el Congreso norteamericano ha hecho un seguimiento muy serio de la investigación". En octubre pasado, el Congreso redujo a la mitad la ayuda militar norteamericana para El Salvador por falta de avances sustanciosos en el caso de los jesuitas.

El provincial de la Compañía de Jesús en Centroamérica, José María Tojeira, ha declarado que la presencia de la Embajada de EE UU en la investigación "sólo se puede evaluar con una palabra: mal". "La Embajada", dijo, "ha maltratado a testigos, ha propagado rumores falsos y ha ocultado pruebas a las autoridades salvadoreñas. En buena parte, en mi opinión, más por torpeza que por mala voluntad. Torpeza, por supuesto, abonada por el afán, dominante desde el primer momento, de proteger los intereses de la política norteamericana en El Salvador".

Al cumplirse el primer aniversario del asesinato de los sacerdotes españoles Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín-Baró, Segundo Montes, Armando López, Juan Ramón Moreno u el salvadoreño Joaquín López, además de las mujeres Celina y Elba Ramo, el Gobierno norteamericano ha pedido "un juicio completo" en el caso.

El aniversario de los asesinatos fue recordado ayer con varios actos en los que participaron religiosos de todo el mundo y miles de seguidores y discípulos de los sacerdotes muertos. La misa principal de homenaje debía comenzar a primeras horas de la madrugada de hoy, pero antes se habían celebrado en San Salvador varias manifestaciones en recuerdo de las víctimas.

Durante la noche del jueves al. viernes varios miles de personas recorrieron las calles de San Salvador en dirección a la UCA con antorchas y cruces para culminar en una misa a las dos y media de la mañana, la misma hora en la que hace un año un comando de fuerzas de élite del Ejército salvadoreño acabó con las vidas de los seis últimos mártires jesuitas.