"Mi novela es un viaje del 'country' al jazz"
Jean Vautrin tiene, a sus 57 años, un currículo sorprendente. Lo último en su historial es haber ganado el Premio Goncourt del pasado año. Antes, sin embargo, trabajó en el mundo del cine -como guionista de Fellini y Rossellini, por ejemplo, e incluso como director- y escribió varias novelas negras. Vautrin ha viajado a Barcelona para presentar la novela ganadora del Goncourt, Un gran paso hacia el buen Dios (Ediciones B), ambientada en el Estado norteamericano de Luisiana entre 1893 y 1920. "En cierto modo", comenta, "este libro es un viaje de la época del country, del western, a la del jazz".
Jean Vautrin, que precisa: "No reniego en absoluto de mi pasado cinematográfico", es consciente de que éste se halla presente en su obra literaria. Cita, por ejemplo, que al escribir Un gran paso hacia el buen Dios tenía en la cabeza una película que le encanta, La noche del cazador, de Charles Laughton. Sobre los factores que le llevaron a elegir el territorio aventurero de Luisiana para su novela, Jean Vautrin cita varios: "Primero, me atraía América porque me gusta mucho la literatura norteamericana. Segundo, quería novelar sobre la minoría cajún (habitantes de habla francesa de la zona de Luisiana) porque siempre me ha atraído la gente diferente. Y tercero, este territorio me daba la posibilidad de crear un lenguaje propio".El lenguaje, una mezcla del antiguo normando y de palabras inglesas, se convierte en un personaje más del libro, en su elemento más llamativo. En la novela, además, Vautrin aprovecha las referencias a la aventura del siglo XIX, al mundo del western, para bucear en los libros de su infancia y dotarlo de un aire mítico.
"Quería hacer una novela aventurera en la que pudiera reflejar mis obsesiones por autores americanos como Melville o Faulkner. Al mismo tiempo, me atraía trabajar la lengua hablada como lo ha hecho Céline, que para mí es uno de los autores franceses más importantes".
La huella de Carver
Otra faceta de Vautrin es la de autor de relatos cortos. Ha publicado recientemente Dieciocho intentos de convertirse en santo (Versal). El libro está dedicado a Raymond Carver, el padre del minimalismo. "Carver es uno de mis maestros", dice Vautrin, "Éramos amigos y yo aprendí mucho a su lado. Me gusta ser barroco en la novela y minimalista en los cuentos. Es como el paso del cine a la foto".Vautrin confiesa que es consciente de la maldición que supone ganar el Goncourt, ya quepuede llevar a veces a "la muerte literaria". Afirma, sin embargo, que él no piensa parar de escribir. Actualmente está inmerso en un proyecto de cinco novelas, junto con el novelista Dan Franck, con el que pretende reivindicar el fólletón. "El protagonista de la serie, llamada Les aventures de Boro, reporterphotograph, es un fotógrafo húngaro que se mueve por la Europa de los años treinta y cuarenta", explica. La primera novela sitúa al personaje en el Berlín de Hitler. Posteriormente, viajará a la España de la guerra civil.
"Trabajamos con fotos de archivo y con hechos reales, lo que nos permite un juego literario y a la vez una mirada a una época muy interesante", concluye.
Babelia
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