Gorbachov informará al Parlamento soviético de la crisis que vive la URSS
La crisis política en la URSS entró ayer en una nueva fase cuando los diputados del Sóviet Supremo se negaron a continuar el debate de leyes que no tienen ningún efecto real y exigieron al presidente del Estado, Mijaíl Gorbachov, que comparezca el viernes ante el Parlamento para informar de la situación en el país y explicar su entrevista con el líder de Rusia Borís Yeltsin.La sesión del Sóviet Supremo de la URSS (Parlamento), la primera después de las fiestas del 7 de noviembre, fue agitadísima, ya que los diputados han vuelto furiosos de sus provincias, donde la situación económica es catastrófica y, como en la capital, faltan los más elementales bienes de consumo, desde las cerillas hasta las pastas para sopa.
"Cuando se entra en esta sala se pierde el contacto con el mundo exterior", manifestó el diputado militar Vilen Martirosian, expresando así un sentimiento que se está apoderando de quienes llegaron a la política gracias a las elecciones propiciadas por la reforma de Gorbachov.
Un total de 362 diputados, entre 378 asistentes, votaron a favor de interrumpir el debate de los proyectos de ley que la agenda contemplaba para esta semana. En esta decisión influyó el cambio del orden del día, ya que los diputados se encontraron con que, en vez de comenzar a debatir el plan y el presupuesto para 1991, tal como preveían, iba a abordarse una ley sobre divisas.
Hoy, subida de precios
El jefe del Gobierno soviético, Nikolái Rizhkov, informó ayer de una subida de precios a partir de hoy que afectará a los productos calificados como de lujo. Estos productos, ausentes en los comercios, abarcan cerámicas, electrodomésticos, muebles, piezas de repuesto para coches, ciertos tipos de carne y de pescado, y objetos de importación tales como licores, pantalones vaqueros y cigarrillos norteamericanos. El Parlamento de la Federación rusa aprobó anoche una disposición que deja sin efecto esa subida en el territorio de esta República.Más de 30 diputados tomaron ayer la palabra para subrayar que la continuación del debate legislativo no tenía sentido, ya que las leyes no se aplicaban, en la URSS no existe un poder real y el Sóviet Supremo no tiene capacidad de acción.
La insatisfacción con que los militares reaccionaron a la entrevista mantenida la víspera con Gorbachov fue expresada en el hemiciclo por el teniente coronel Viktor Alksnis, un diputado de tendencia conservadora procedente de Letonia.
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