China da a Irak la última oportunidad para evitar que la ONU autorice el ataque
GEORGINA HIGUERAS ENVIADA ESPECIAL, El ministro de Asuntos Exteriores chino, Qian Qichen, llegó ayer a Bagdad para dar al régimen iraquí la última oportunidad de evitar que las Naciones Unidas voten a favor de la utilización de la fuerza contra Irak para obligarle a retirarse de Kuwait. "Es una misión exploratoria para lograr una solución pacífica a la crisis del Golfo" aseguró un diplomático chino. De las conversaciones, previstas para hoy, que Qian mantenga con Sadam Husein depende la decisión de Pekín de utilizar o no su derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
[La llegada de Qian a Bagdad se producía cuando, en Londres, se hacía público el contenido de una entrevista concedida por Sadam Husein a la cadena privada de televisión ITN en la que el líder iraquí, a la pregunta de si se retirará de Kuwait, contesta: "Estamos dispuestos a participar en un profundo diálogo sobre la seguridad en nuestra región. Confiamos en que las partes decidirán serias y profundas soluciones para todos los conflictos, el primero de los cuales es el palestino". Sadam se mostró contrario a pagar reparaciones por la invasión como había exigido la primera ministra británica, Margaret Thatcher. El ministro de Defensa, Tom King, aseguró que su Gobierno estudia enviar más tropas a la zona de conflicto, informa Reuter.]Qian es el único ministro de Exteriores de uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -China, EE UU, Reino Unido, Francia y la URSS- que se ha viajado a Bagdad desde que estalló la crisis, el 2 de agosto.
"Sadam quema con esta visita el último cartucho que le queda para evitar que la ONU apruebe un ataque contra Irak", afirma un diplomático occidental. "Las horas están contadas. O Sadam da el primer paso hacia la negociación o será imposible frenar un ataque militar conjunto", añade.
Qian fue recibido en el aeropuerto por el ministro iraquí de Exteriores, Tarek Aziz. China mantiene excelentes relaciones con todo el mundo árabe y se ha mostrado muy cautelosa al analizar la crisis del Golfo, defendiendo siempre la conveniencia de una solución negociada. China y la URSS son los países que se han mostrado más reacios al uso de la fuerza para devolver la soberanía al rico emirato petrolero.
Washington quiere que el Consejo de Seguridad apruebe unánimente un ataque a Irak. Una abstención de la URSS, China o de ambos (más aún si hay un veto) convertiría a Occidente en el único responsable de la acción armada.
¿Mensaje de Baker?
Ni chinos ni iraquíes quisieron confirmar que Qian traiga un mensaje del secretario de Estado norteamericano, James Baker, como se ha afirmado repetidamente en los últimos días. Ambos se entrevistaron en El Cairo la semana pasada.
En los tres meses transcurridos desde que Irak invadió Kuwait sólo han viajado a Bagdad, como representantes de sus Gobiernos el soviético Yevgueni Primakov y Qian Qichen. Las delegaciones llegadas con la esperanza de obtener la liberación de compatriotas estaban formadas por parlamentarios, ex jefes de Gobierno, líderes sindicales y ahora, incluso, los familiares de los invitados de Sadam Husein.
China tenía más de 5.000 ciudadanos trabajando en diversas empresas y proyectos iraquíes y kuwaitíes, pero en la actualidad son "menos de mil", según uno de sus diplomáticos Al parecer, ambos Gobiernos llegaron a un principio de acuerdo que permitió a miles de chinos abandonar Irak, y sólo se han quedado los que trabajan en los proyectos más delicados. Pekín guarda un absoluto silencio sobre cuántos son y a qué se dedican sus ciudadanos en el país de los dos ríos.
Días atrás, Sadam Husein ofreció liberar a todos los rehenes si dos de los cinco miembros del Consejo de Seguridad o uno de ellos y Japón se oponían al uso de la fuerza contra Irak. El Gobierno iraquí insiste en que quiere la paz, pero no sabe cómo negociarla. El temor a una guerra que arrase el país parece estar calando fuerte en los diversos sectores de la sociedad iraquí, que se encuentran divididos sobre si retirarse o no de Kuwait. "El mayor problema para Irak es cómo encontrar una salida honrosa a la crisis", afirma un funcionario.
Qian sostuvo ayer la primera ronda de conversaciones con Tarek Aziz. Ésta es la tercera vez que ambos ministros se entrevistan desde que comenzó la crisis. Las dos anteriores fueron en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
[El eurodiputado español José María Ruiz Mateos salió ayer de Madrid, rumbo a Bagdad, vía Ammán, para, a título particular, "contribuir a la causa de la paz" y a la liberación de los rehenes extranjeros, informa Europa Press. Poco antes de su partida declaró que lleva una fórmula secreta para evitar la guerra, "algo así como el huevo de Colón"].
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