"Escribir es saber escuchar y dejarse llevar"

MIGUEL BAYÓNPregunta. Volver a casa se centra sobre dos hombres que son gemelos. Un planteamiento interesante para Filosofar, pero que suele dar malos resultados literarios.

Respuesta. Era consciente de ello. La novela fue encargo de un periódico, pero se apoderó de mí una pasión tremenda. Creo que es la novela que he escrito más compulsivamente; los últimos capítulos, ocho horas diarias, poseso. El tenia del doble, lo veo a posteriori, latía ya en La soledad era esto o en El desorden de tu nombre. Y también en un libro de cuentos que aún no quiero publicar.

P. Aparte de las peripecias de la trama, hay en Volver a casa una constante referencia a la relación del narrador con la escritura. ¿Fue algo previsto?

R. Forma parte del tema de doble. La actividad de escribir es susceptible de vivirse con idéntica pasión a través del odio y de amor. Los escritores nos jugamos en cada palabra la identidad pero, por otra parte, somos gente que se busca coartadas increíble para no escribir.

P. Usted es claramente un es critor de obsesiones. ¿Cuál es el más recurrente?

R. La articulación entre lo mental y lo extramental. Veo que hay una realidad que siempre se niega, aunque es la principal en la vida. Cualquier adolescente puede describir con todo lujo de detalles, gracias a los estudios, su aparato digestivo, pero no sabe decir nada sobre su capacidad de fantasear. Nos pasamos un tercio de la vida durmiendo, y el 80% del día sumidos en fantasías más o menos inconscientes. Pero eso, tan determinante sobre la realidad, se oculta como si no existiese.

P. Esa preocupación, ¿le ha hecho experto en psicoanálisis?

R. No en el sentido de que haya aprendido. Siempre he abogado, en mi caso, por una falta de sistematización en las lecturas, y también en las no literarias. Ésas tienen a veces la virtud de ponerme a cien: me refiero al ensayo científico, a los textos religiosos; no pretenden ser literatura, pero están llenos de aciertos literarios. San Juan de la Cruz o Santa Teresa no creo que tuvieran intenciones literarias, pero ahí están. O un físico como Heisenberg, capaz de hablar de principio de incertidumbre, que parece el título de una novela. Para un escritor es importante beber en ese tipo de escritos, porque están hechos de palabras, y siempre pueden ponerte en situación. Digamos que yo, más que aprender, picoteo en busca de ese estado.

P. Volver a casa, como todas sus novelas, destacan por su estructura, y por cómo encajan las piezas.

R. Pero no escribo según un plan previo. Creo que en el origen de toda idea novelesca está ya la novela entera: es algo así como ocurre con el óvulo fecundado. El novelista tiene que saber escuchar esa novela que ya está armada dentro de él y dejarse llevar por la voz narradora.

P. Un personaje llamado Millás, escritor, pega en Volver a casa un puñetazo a un crítico en un programa de televisión. ¿Tiene eso segundas lecturas?

R. Yo no daría mucha importancia a esa escena. No hay que generalizar ni sobre los novelistas ni sobre los críticos. No obstante, creo que los narradores españoles hemos resuelto un problema que aún es insoluble para los críticos: hemos logrado captar a los lectores, ofreciéndoles construcciones simbólicas que ellos reconocen; en cambio, tengo la impresión de que las críticas las lee poca gente. La crítica española tendría.., a mi juicio, que esforzarse por encontrar un grado de objetividad.

P. ¿Es cierto que prepara el, guión de la película en que Gerardo Vera debutará como director?R. Aún no he firmado el contrato, pero sí he hablado de las líneas generales con Gerardo. Se basará en mi novela La soledad era esto, la producirá Andrés Vicente Gómez y la protagonista será Carmen Maura. El cine me interesa enormemente. No en vano mi generación se ha pasado la vida en el cine, y de ahí que yo vea muchas estructuras narrativas entre cine y literatura.