Una fragata y dos corbetas españoas parten hoy para relevar a la flotilla en el Golfo

La fragata Numancia partirá a las once de la mañana de hoy de la base de Rota (Cádiz) rumbo al golfo Pérsico, atestada de material bélico, para relevar a su homóloga la Santa María. Otro tanto harán desde Cartagena las corbetas Diana e Infanta Cristina, que sustituirán a la Cazadora y la Descubierta. Los 223 tripulantes de la Numancia, de los que unos 80 son marineros de reemplazo, estaban en la tarde de ayer tranquilos y terminaban los preparativos para hacerse a la mar, según declaró el comandante del buque, José Manuel Marco Franco. Ayer por la tarde concluyó el aprovisionamiento de víveres, y los marineros tuvieron permiso hasta la madrugada.

Por otra parte, una persona fue detenida y varias decenas resultaron contusionadas anoche en Cartagena (Murcia) durante una manifestación de pacifistas en el centro de la ciudad. Cerca de 50 personas pertenecientes al colectivo antimilitarista de Cartagena se sentaron, a las 20 horas, ante la puerta de la Capitanía y comenzaron a proferir gritos contra el envío de las tropas al Golfo y en favor de la insumisión. A los pocos minutos efectivos de la Policía Nacional se aproximaron al grupo e intentaron iniciar un diálogo. Los gritos fueron arreciando y finalmente las fuerzas antidisturbios disolvieron la sentada con una inusitada contundencia, según testigos presenciales.Los marineros cuyas familias han ido a Cartagena para su despedida pudieron pasar la noche fuera, con orden de regresar a las 7.00 horas al puerto. El resto de los soldados retornó a Arsenal Militar a media noche.

El comandante de la Numancia de 58 años, casado y padre de seis hijos, ha recibido instrucciones similares a las que en su día se dieron al responsable de la Santa María. "Nuestro objetivo es mantener el bloqueo comercial. Si la crisis se eleva de escala hay que esperar órdenes de Madrid. No obstante, yo creo que la crisis está ahora en un nivel bajo", confesó Marco Franco a este periódico a bordo del buque.

El comandante de la Numancia rehusé especificar -"por motivos de táctica"- el tipo de material bélico que porta su barco, aunque aseguró que "es muy moderno y está bien preparado para la misión". Marco Franco, que se hizo cargo hace seis meses de la Numancia, considera que España no hace el ridículo enviando sólo una flotilla al Golfo en comparación con el enorme despliegue bélico de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. "En la UEO [Unión Europea Occidental] se decidió que la participación de España fuera ésta", señaló. Y añadió: "Llevamos un cañón lanzamisiles para los Harpoon (superficie o antibuque) y para los misiles tipo estándar o antiaéreos. También disponemos de un cañón de tres pulgadas de tiro rápido para superficie y aire, además del sistema Meroca, para derribar los misiles".

Respecto al estado anímico de los marineros de reemplazo, unos 80, dijo: "Ninguno ha pedido desembarcar, aunque es cierto que algunos están tristes. Han estado en sus casas y se han dejado a la madre llorando y... Pero, en general, el estado de la tripulación es bueno". Marco Franco asegura que la tripulación está bien preparada "para la misión encomendada", si bien reconoce que los marineros más noveles "terminarán su aprendizaje durante el trayecto". Marco Franco considera un "reto profesional" la misión de bloqueo naval contra Irak que se le ha encomendado. "Nos sirve para llevar a la realidad los ejercicios prácticos que durante tantos años hemos estado realizando y nos permitirá ver si lo practicado es positivo o hay que variarlo". El comandante de la Numancia, después de que un medio de información interceptara una llamada telefónica entre Madrid y uno de los barcos españoles desplazados en la zona del conflicto, ironizó ayer: "Cuando llame a Madrid, lo primero que haré es decir: buenos días, España; así quedaré bien". No obstante, aseguró que los sistemas de comunicación con que ha sido dotado su barco son muy avanzados. La tripulación del buque, de igual clase que la Santa María, recibirá un libro de instrucciones sobre la misión relativo a idioma e idiosincrasia de los países en los que atracará antes de llegar al estrecho de Ormuz.

Hoy, antes de zarpar, se permitirá a los familiares de la dotación acceder a la base para la despedida. Algunos familiares, no obstante, pudieron hacerlo en la tarde de ayer, como Tiscar Ortiz, madre del marinero de reemplazo Francisco Pérez, vecino de Quesada (Jaén). "Como no se arregle lo del Golfo, a mi hijo a buen seguro que le pilla todo", decía con rostro de pena. Su hijo Francisco trataba de consolarla. "No es justo esto: que vayan los profesionales, o los políticos; estas criaturas no tienen que ir a un tinglado del que no tienen ni idea", repuso el padre del marinero Juan Tauste, de Hellín (Albacete). "Muchos vamos obligados", aseveró Juan, opinión compartida por Juan Antonio Godoy, vecino de San Sebastián. Un oficial de la Numancia, que prefirió mantener su anonimato, dijo: "Esto es importante para mi currículo, pase lo que pase".