Israel exonera a la policía por la matanza de palestinos en Jerusalén
La comisión Zamir, encargada por el Gobierno israelí de investigar los hechos sangrientos sucedidos el pasado día 8 en la explanada de las mezquitas, exonera de hecho a la policía de toda responsabilidad en los trágicos enfrentamientos en los que murieron 21 palestinos y 150 resultaron heridos. También fueron heridos 20 judíos. El informe se limita a criticar a los jefes de la policía por subestimar las advertencias sobre posibles disturbios.
La comisión Zamir invoca los "peligros muy graves" que amenazaban a los policías que se encontraban en la explanada y a los judíos que estaban junto al Muro de las Lamentaciones -unos 20.000 fieles-, por la lluvia de piedras que les lanzaban los palestinos. Añade que esto justifica los disparos con balas de los policías. El informe habla de "provocación árabe" y descarga toda la responsabilidad en los palestinos.Otras conclusiones del informe son que los jefes de la policía israelí son culpables de haber subestimado el peligro de los disturbios, a pesar del aviso del Shin Beth (servicios generales de información), que apreciaron erróneamente la situación y que omitieron el haber desplegados fuerzas de seguridad suficientes para lograr disuadir y, eventualmente, dispersar rápidamente, a los revoltosos.
Las reacciones al informe en los medios políticos israelíes varían en tanto la persona interrogada sea de la derecha, nacionalista y religiosa, o de la izquierda, moderada y liberal. Para los primeros, como el ministro Yuval Neeman; el general Zeevi, diputado del partido Moledeth, y el rabino y diputado Felldrnan, lo que ahora hace falta es quitar el poder a la WAKF -administración musulmana de la explanada de las mezquitas- y expulsar a los líderes palestinos Feisal Huseini, Radwan Abu Ayash y Seri Nuseibeth, que han "inspirado y dirigido a los manifestantes".
Gente desarmada
Para los segundos, como el diputado laborista Haim Ramon y el diputado de la izquierda sionista de Mapam Yair Tsaban, la comisión Zamir ha sido "tallada a la medida" del Gobierno. No toma verdaderamente en consideración el gran número de muertos habido entre los palestinos y no se plantea si era necesario abrir fuego con armas automáticas sobre gente desarmada.
"La verdadera responsabilidad no incumbe a la policía, sino al primer ministro, Isaac Shamir, que se encierra en su statu quo, rechaza toda negociación con el adversario y crea así un terreno fértil para las explosiones y los disturbios", afirma Haim Ramon.
Los árabes palestinos rechazan las conclusiones de la comisión Zamir. Para Radwan Abu Ayash, quien después de Feisal Huseini es uno de los máximos dirigentes palestinos en los terriorios ocupados, la comisión Zamir no era ni podía ser neutral ni imparcial. La comisión acusa a los árabes de haber provocado los enfrentamientos, mientras que los "auténticos provocadores", según Abu Ayash, "fueron los fanáticos israelíes del movimiento Fieles del Monte del Templo. Sin ellos, no habría pasado nada, al igual que en otros años en que todo estuvo tranquilo en estas fechas".
Acusaciones de parcialidad
Feisal Huseini acusó tarribién a la comisión de "parcialidad evidente", porque no ha tenido en cuenta el punto de vista palestino.
Los dos líderes palestinos piden que se realice la investigación de la comisión de Naciones Unidas para "que se haga la luz y se establezca la verdad".
Huseini, en una conferencia de prensa realizada tras su puesta en libertad -fue encarcelado después de los disturbios-, declaró: "Nosotros luchamos para liberar a nuestro pueblo, no para someter a otro pueblo. Queremos construir un Estado y no destruir el Estado de otro pueblo".
Por otra parte, según el Centro Palestino de Derechos Humanos, los palestinos muertos el día 8 fueron 17 y no 21 como se ha afirmado hasta ahora.
[El Ejército israelí aconsejó ayer a soldados y civiles disparar contra los palestinos que arrojen piedras suficientemente grandes como para causar la muerte, informa Reuter. Entretanto, el nuevo embajador israelí ante Estados Unidos, Zalman Shoval, dijo ayer en Chicago que la controversia diplomática sobre la muerte de palestinos en incidentes en Jerusalén estaba desviando la atención de donde debería estar concentrada, Irak.].
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