Estreno en Estocolmo de una obra teatral de Octavio Paz

El teatro Dramaten de Estocolmo estrenó el pasado sábado -por una feliz coincidencia, dos días después de que se le hubiera otorgado el premio- la pieza Beatriz, la hija de Rappacini, de Octavio Paz. Se trata de la única pieza para teatro que escribiera Paz en 1956, sobre un cuento del escritor norteamericano Nathaniel Hawthorne, en una traducción realizada por el poeta sueco Lasse Soderberg. Éste recibió hace ya varios años el encargo de traducirla por parte de Per Verner-Carlsson, un director de escena sueco interesado en obras teatrales poéticas, según una tradición bastante arraigada en este país.Es un poema en forma de diálogo, una historia de amor muy en la tradición romántica, que tiene, según el traductor, reminiscencias renacentistas, pero que transcurre en un tiempo poético sin límites cronológicos. Al parecer, la obra fue escrita a petición de unos amigos de Octavio Paz que tenían un grupo teatral, y fue estrenada entonces (1956) en México y se recrea ahora en Estocolmo.

La crítica ha sido en general positiva, pero el énfasis puesto en destacar que Paz fue premiado con el Nobel como poeta y ensayista y no como autor teatral, así como en la actuación del personaje principal, que encarna la actriz Stina Ekblad, conocida del público español por la película Amorosa, sugiere que, como producto teatral, la obra no representa un momento especialmente brillante de la producción de Paz.

Se destaca también el trabajo de dirección de Pia Forsgren, que ha realizado un trabajo inteligente y hermoso sobre una pieza que puede ser discutible, así como la visión de Verner-Carlsson, que mucho tiempo atrás concibió el proyecto de hacer la obra en un trabajo conjunto de Radio Teatro y del Dramaten.