EE UU presenta un texto de condena a Israel

El Reino Unido, como presidente de turno del Consejo de Seguridad, intentó anoche conseguir el beneplácito de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) sobre un proyecto de resolución de condena a Israel por la matanza de palestinos en Jerusalén. Este proyecto fusiona los dos textos presentados por Estados Unidos y los países No Alineados, respectivamente. A la hora de cerrar esta edición, el Consejo no había sido todavía convocado oficialmente y sus miembros continuaban celebrando reuniones informales en busca del consenso.

La opinión generalizada en los pasillos de la ONU era que Washington, que por primera vez en la historia de la organización internacional ha presentado una resolución de condena a Israel que ha provocado las protestas airadas de todas las organizaciones sionistas en Estados Unidos, se inclinaría por ejercer el derecho de veto si la OLP insistía en presentar como texto único el redactado por los países no alineados.Como señaló un embajador occidental a este periódico, "sería una lástima que, cuando se ha conseguido un giro histórico en la política norteamericana hacia Israel en las Naciones Unidas, la intransigencia palestina volviera a colocar a Washington en la tesitura de tener que vetar una resolución".

Ambas resoluciones condenan sin paliativos 'a Israel. La norteamericana, que cuenta con el apoyo de los otros cuatro miembros permanentes del Consejo -Unión Soviética, Francia, Reino Unido y China-, "condena la violencia y, particularmente, la excesiva respuesta israelí", un lenguaje inusitadamente crítico que refleja el progresivo empeoramiento de las relaciones entre los dos Gobiernos.

La diferencia entre los dos textos, que motivó el aplazamiento de las sesiones del Consejo en la madrugada del miércoles, radica en que mientras la resolución presentada por Yemen, Colombia, Cuba y Malaisia pide el envío a Jerusalén de una comisión de investigación del Consejo de Seguridad, la norteamericana solicita que esa misión no sea enviada por el Consejo, sino por el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.

El matiz es importante por que, de acuerdo con la carta fundacional de la ONU, las conclusiones de una misión compuesta por miembros del Consejo de Seguridad -que actúa como poder ejecutivo dentro de las Naciones Unidas- son vinculantes, mientras que los representantes del secretario general se limitan a realizar sobre el terreno una labor puramente informativa.

El embajador británico, David Hannay, presentó una fórmula alternativa, en virtud de la cual la misión sería enviada por el secretario general pero, en cambio sus conclusiones serían presentadas directamente al Consejo de Seguridad.

La situación en el Golfo y la necesidad de mantener la cohesión entre los. países aliados de Estados Unidos, entre ellos los árabes, que participan en el despliegue militar en la zona han obligado a Washington a dar este giro en su política hacia Israel.

La presentación del proyecto de resolución estadounidense se produjo pocas horas después de que el propio presidente George Bush criticara públicamente la actuación de las fuerzas de seguridad israelíes en los sucesos del lunes pasado. "Las fuerzas de seguridad israelíes", dijo Bush, "deben estar mejor preparadas y actuar con mayor moderación, particularmente en el uso de armas mortales".

Las críticas de Bush y la acción posterior de Washington en las Naciones Unidas levantaron ampollas en la representación israelí ante la ONU. Su embajador en la ONU, Johanan Bein, manifestó que, "una vez más, se quiere hacer de Israel el cordero pascual en el altar de algo más importante que todos perseguimos y que no es otra cosa que combatir la agresión en el Golfo".