Nuevo modelo económico
Nuestra labor como investigadores implica la construcción de un modelo económico teórico que recoja las características de comportamiento de los agentes económicos (empresas, familias, sectores, etcétera), cuya interacción permita reproducir las pautas de comportamiento analizadas. Debemos reiterar que éste no es lugar adecuado para desarrollar el contenido de dicho modelo.Como punto de partida, creemos que el marco adecuado que permite justificar los datos es el de una economía con una estructura productiva apoyada funda mentalmente en el sector servicios. Además, dicha economía debe presentar un alto grado de apertura o dependencia respecto del exterior. Sin pretender ser exhaustivos en exceso, podemos entender por sector servicios una actividad productiva que se caracterlza por, en el lado de la de manda, una alta elasticidad renta, y, por el lado de la oferta, una enorme flexibilidad y gran capacidad de respuesta a las variaciones de la demanda. Expliquemos detalladamente el contenido de estas afirmaciones.
Demanda de servicios
Una elevada elasticidad renta significa que, ante incrementos de la 'renta disponible de los agentes, su demanda de servicios crecerá en una mayor proporción. Esta característica implica que, a niveles bajos de renta, la demanda de servicios es sustituida por la de otros bienes de consumo directos. Por el contrario, en periodos de expansión, los incrementos de la demanda de servicios crecen más rápidamente. En consecuencia, ello supone que las fluctuaciones de la actividad de servicios anticipan y amplifican la fluctuación de los ritmos de crecimiento de la producción y renta de los agentes.
. Por el lado de la oferta, nos encontramos ante un sector competitivo, en el sentido más teórico del término, dado el gran número de empresas y el tamaño de las mismas. No obstante, esta característica de la composición del mercado no debe considerarse como una condición estrictamente necesaria, puesto que la presencia de estructuras no perfectamente competitivas (oligopolios, etcétera) pueden seguir manteniendo la, validez de las conclusiones que estamos aportando. Al mismo tiempo, los rasgos más significativos de la estructura productiva, de este tipo de actividad. económica las podemos sintetizar en: bajo peso de los costes fijos, reducida capitalización, alto valor añadido por unidad de producto e importancia significativa de los costes financieros. Todos estos rasgos dotan a esta actividad económica de una enorme sensibilidad y una extremada flexibilidad ante cambios de la demanda.
Dado el alto grado de flexibilidad de la estructura productiva, la apertura exterior facilita el trasiego de grandes flujos de recursos, cuya intensidad depende del comportamiento cíclico de la economía. En este sentido, en periodos expansivos, el flujo de fondos de inversión directa procedentes del exterior supone un aporte extraordinario acelerador del propio proceso de crecimiento. Mientras que, cuando la tendencia del crecimiento se invierte, el flujo de- fondos con el exterior invierte también su dirección, reforzando así el carácter depresivo de la actividad interna.
En, resumen, una economía donde el sector servicios tenga un peso considerablemente elevado y con una alta dependencia exterior reflejará en sus comportamientos las características apuntadas. Por un lado, la naturaleza de la demanda de los servicios justifica la anticipación y amplificación de los ciclos (crecimiento más rápido de la producción y el empleo). La apertura al exterior, por su parte, incide de forma positiva en que no aparezcan desequilibrios internos (costes de inflación) en la fase expansiva, ya que la afluencia de recursos de inversión directa permiten una adecuada respuesta de la oferta a los incrementos de la demanda. Cuando la economía muestra síntomas de debilidad, aparecen conjuntamente todos los desequilibrios internos, puesto que el flujo de salidas de fondos no hará otra cosa que ahondar en la propia tendencia depresiva. Todo ello justifica ciclos económicos do carácter precoz, explosivos y atípicos.
Estas características pueden ser transportables al contexto de la economía canaria. Realmente sena necesario el estudio de numerosos datos que permitan precisar el peso de la actividad de servicios en la economía y el grado de apertura respecto del exterior. No obstante,- podemos ofrecer dos datos que por si mismos pueden ser reveladores: la aportación del sector servicios al total del producto interior bruto y el empleo que absorbe el mismo. El porcentaje del valor añadido bruto del sector servicios (incluida la construcción, por tener características similares a las descritas) respecto del total canario se cifra en una media del 85%, para los tres últimos años. El empleo del sector servicios (más construcción) supone el 80% del total de ocupados.
Apertura exteriorUn índice del grado de apertura exterior de la economía canaria significativo, aunque no del todo revelador, sería el que relaciona el monto de las importaciones respecto del producto interior. Este índice se cifra en el 55% para 1987. Otros datos importantes para el análisis, como la evolución de flujos de fondos financieros del y hacia el exterior, evolución del ahorro total, etcétera, no están disponibles. La finalidad principal que perseguimos con el intento de modelizar el comportamiento de la economía canaria no es otro que el de intentar anticipar su comportamiento en el tiempo. Manteniendo el máximo nivel de prudencia y cautela que cualquier tipo de afirmación sobre el futuro supone (por más inmediato que éste sea), podemos intentar aproximar la evolución de la economía canaria para 1990.
A partir de la información disponible sobre la marcha de la economía española en el último año y principios del presente se detecta una situación de agotamiento del ciclo expansivo. Esta visión se ve reforzada por el carácter de la política monetaria puesta en práctica con la clara intención de reducir los desequilibrios, interno (precios) y externo (balanza por cuenta corriente). Esta actuación, tendente a ralentizar el ritmo de crecimiento nacional, puede hacer presagiar un mayor frenazo en el crecimiento de la economía canaria, confirmando la tendencia ya iniciada en 1989.
La hipótesis apuntada anteriormente puede ser evaluada a la vista de ciertos indicadores de coyuntura canarios referidos al primer trimestre de 1990. Así, el número de ocupados no aumenta, incluso desciende ligerísimamente, en comparación con el mismo periodo de años anteriores.
Si atendemos a ciertos indicadores de actividad, como son la entrada de turistas y la importación de klinker (materia prima del cemento), se nos refuerza la hipótesis anterior. Respecto al primero, y referido al primer trimestre de 1990, el descenso en el número de turistas es del 15,9% respecto a igual periodo de 1989. Por su parte, las importaciones de klinker se han reducido, en igual periodo, en más de 10 puntos porcentuales. Otros indicadores como la venta de gasolina y consumo de energía eléctrica muestran un debilitamiento en la demanda interna. Si bien ambos indicadores presentan cierto crecimiento, éste se ve reducido a la cuarta parte (2%) para el caso de la gasolina y a más de la mitad para el consumo de la energía eléctrica (5,7%), en ambos casos, resultado de la comparación con el primer trimestre de 1989.
Se hace necesario volver a insistir en la cautela y precaución con la que han de observarse estos datos, pero que en todo caso obligan a una reflexión. Ésta ha de efectuarse a partir del estudio y conocimiento del comportamiento de la economía canaria en el largo plazo y de la incidencia de ciertas medidas de política económica nacional, cuyos efectos, en una economía como la canaria, pueden ser perturbadores.
En concreto, sería necesario estudiar la incidencia de políticas monetarias restrictivas como las puestas en práctica el pasado año y en el presente. Una economía basada en el sector servicios con las características apuntadas anteriormente (escasa capitalización, elevada relevancia de costes financieros dentro de la estructura de costes) puede ser un marco en el que las medidas monetarias restrictivas (elevados tipos de interés, restricciones cuantitativas, imposibilidad práctica: de acudir a financiación en divisas), lejos de frenar el crecimiento de la demanda, supongan una contracción de la oferta. El peligro reside en que terminen conduciendo a incrementar los precios, máxime cuando existen ciertas estructuras de mercado con reducido grado de competencia en actividades próximas a la demanda final.
Aspectos institucionales _
A todo lo anterior hay que unir una serie de aspectos institucionales cuya importancia es obvia: se trata de la propia indefinición del marco económico-institucional en el que se desarrolla la economía canaria. Esta indefinición se refiere a tres aspectos institucionales importantes. En primer lugar, la precisión de las condiciones de entrada de Canarias en la CE (hecho del que se lleva hablando tres años sobre su modificación). En segundo lugar, la provisionalidad de la estructura fiscal indirecta (régimen económico fiscal). Todos los agentes asumen el carácter de temporalidad del régimen, pero no reciben señales claras sobre el sistema fiscal indirecto sustituto. Finalmente, la posibilidad de la implantación en Canarias de una zona off shore, sin que por el momento se haya concretado nada sobre plazos, contenido, etcétera.
Todos estos factores definen un escenario de gran incertidumbre que conduce a retraer la inversión productiva a largo plazo. Manteniendo el marco de incertidumbre, el único tipo de inversión rentable a acometer es aquella que obtiene beneficios en un corto plazo de tiempo. En este sentido, la actuación del sector público deberá ser la de actuar de forma clara y decidida en la eliminación de todas las incertidumbres señaladas.
son economistas del departamento de Economía y Dirección de Empresas de la Universidad de La Laguna.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.