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El comercio internacional de papagayos pone en peligro su supervivencia

Los papagayos constituyen una de las especies animales en mayor peligro de extinción, según se afirmó en el segundo congreso mundial sobre esta variedad de aves, celebrado en el Puerto de la Cruz (Tenerife), en el que participaron 1.000 especialistas de 35 países. Uno de ellos, el norteamericano Jorgen Thomsen, calculó en 160.000 millones de pesetas el comercio internacional de papagayos entre 1982 y 1988.

El comercio de estas aves psitacidas, fomentado por el creciente interés de coleccionistas y la alta demanda de animales de compañía, preocupa a los defensores de la naturaleza. Los organismos internacionales no pueden controlar, con sus legislaciones protectoras, un negocio floreciente que en seis años movió unos 160.000 millones de pesetas, según Jorgen Thomsen, director de la organización norteamericana Traffic International, que coordina las transacciones con vida salvaje. Thomsen ofreció otro dato revelador: "Más de tres millones de papagayos neotropicales han sido arrebatados a su medio natural entre 1982 y 1988 para su venta en el mercado".Paul Butler, experto en la conservación de aves endémicas, señaló que "algunos hemos llegado a pensar que el Quinto Centenario del Descubrimiento de América se celebrará sin la presencia de papagayos en las Antillas menores". Por su parte, Obdulio Menghi, coordinador científico del Convenio sobre el Tráfico Internacional de Especies Amenazadas (CITES, en sus siglas inglesas), considera que hay que poner coto urgentemente a la explotación ilegal de estas aves, "patrimonio de la humanidad".

En torno a los papagayos se mueve una fuerte actividad mercantil que divide al mundo en países ricos (compradores) y naciones desfavorecidas (productoras). Según el alemán Roland Wirth, miembro de la comisión para la supervivencia de las especies en la Unión Mundial para la Conservación la sobreexplotación para el tráfico comercial ha sido claramente el principal motivo del declive que sufren estas aves". En su opinión, el fuerte incremento en las importaciones de papagayos desde países industrializados como los europeos, EE UU y los del Este de Asia, han convertido su caza en la principal amenaza para la supervivencia de las psitacidas.

Precios astronómicos

Cita como ejemplo de esta fiebre expoliadora el caso de la cacatúa de Molucas, en Indonesia, que ha sido casi exterminada en Seram, una reserva declarada parque nacional. Un ejemplar de esta ave, cuya exportación está prohibida por el CITES, llegó a alcanzar el año pasado precios astronómicos. Por una pareja de spixii, especie prácticamente extinguida, se ha llegado a pagar cuatro millones y medio de pesetas. Taiwan, según Wirth, es el centro mundial del comercio ilegal de estas especies animales en fase de desaparición.John Stooley, famoso criador de estos animales, denuncia que a través de Guayana se exportan ilegalmente partidas de papagayos de México, Brasil, Bolivia y otros países que han cerrado sus fronteras a este comercio, camuflando su venta como aves en cautividad. Thomas Arndt opina que "en los próximos cien años se extinguirán 800 especies, entre ellas varias de papagayos".

Los científicos concluyen que los países donde habitan estos animales, dada su penuria económica, no pueden garantizar su pervivencia si a las normas protectoras vigentes no se añaden compensaciones económicas internacionales. Butler, en la actualidad asesor para los países del Caribe, asegura que "las leyes conservacionistas se quedan en papel mojado si no van acompañadas de ayudas económicas desde el exterior".

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