González es pesimista sobre una salida pacifica al Conflicto del Golfo tras entrevistarse con Bush

IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL "Con los datos que hay sobre la mesa, el optimismo no es muy grande sobre una solución pacífico a la crisis generada por la invasión González insistió, sin embargo, hasta la saciedad en que no había que ahorrar esfuerzos para evitar que se rompan los escasos puentes de diálogo que aún se mantienen con el régimen de Sadam Husein.

Como ya lo había hecho con los presidentes de México y Venezuela, los dos grandes productores de petróleo de América Latina, González sometió a Bush una nueva propuesta consistente en que esos países y España briden una ayuda adicional a Centroamerica a la que ya aportan tran la Comunidad Europea y el llamado Grupo de los 24 integrado por países industrializados. Pero así como los presidentes Carlos Salinas de Gortari y Carlos Andrés Pérez reservaron una buena acogida a la idea, Bush . según el presidente espanol, se limitó a prometer que la estudiaria.Bush empezó la conversación agradeciendo, como también lo hizo con cada uno de los demás líderes occidentales, la contribución española a la aplicación del embargo a Irak -una fragata y dos corbetas- pero en ningún momento pidió su incremento. "El embargo está funcionando en lo sustancial", afirmó González, y dio a entender que tanto él como su interlocutor norteamericano tenían "la tenacidad y la paciencia" de esperar a que surta efecto. Pero, añadió, "no creo posible que tal despliegue [en la península Arábiga] sea imaginable para un periodo de tiempo indefinido".

La prensa norteamericana atribuye, sin embargo, a su presidente la intención de recurrir de nuevo al Consejo de Seguridad de la ONU para ser autorizado esta vez a usar la fuerza para desalojar del emirato al Ejército iraquí. [Un alto funcionario de la administración norteamericana, que reclamó el anonimato, reconoció que Estados Unidos ha iniciado contactos con sus aliados y la URSS para tratar sobre una eventual resolución de la ONU autorizando el uso de la fuerza contra Irak, informa la agencia France Presse.]

Sin comentarios

Preguntado Felipe González sobre si Bush le había informado de esta iniciativa, el jefe del ejecutivo español aseguró que no, y también rehusó dar su opinión sobre si le parecía oportuna. Repitió simplemente su "coincidencia sustancial" con la postura mantenida hasta ahora por EE UU. La última declaración de Sadam Husein, que toma en consideración el plan de paz de François Mitterrand, fue descrita por el jefe del Gobierno de Madrid como, aparentemente tan "contradictoria" como las anteriores, con llamamientos a la "guerra santa" y deseos de no cerrar las últimas puertas. De paso se quejó, veladamente, por no haber recibido todavía, por escrito, la oferta del presidente francés.La entrevista con Bush sufrió un retraso de casi cuatro horas porque el presidente norteamericano hizo un breve viaje de ida y vuelta a Washington para negociar el presupuesto del país con delegados. del Congreso. Cuando, por fin, se encontraron en el piso 34 del lujoso hotel Waldor-Astoria el presidente norteamericano, al que acompañaban su secretario de Estado, James Baker, y su asesor de seguridad, Brent Scowcroft, empezó por pedir disculpas a su huésped.

En su contestación González le dijo que no debía preocuparse."En mi tierra", prosiguió, "los gitanos dicen que más vale un mal acuerdo que un mal pleito" y los miembros de ambas delegaciones se rieron.

Tras la conferencia de prensa, González abandonó la ciudad en el avión Boeing 707 de la fuerza aérea española, que tenía previsto aterrizar en Madrid-Barajas hoy a primera hora de la mañana.En sus 48 horas de estancia en Nueva York, a la que viajó para asistir a la Cumbre Mundial sobre la Infancia, organizada por la ONU, el jefe del Gobierno español se reunió con ocho presidentes, todos ellos latinoamericanos, excepto Bush y el turco Turgut Ozal, con su homologo italiano, Giulio Andreotti, y con el secretario general de la ONU, el peruano Javier Pérez de Cuellar.