Tropas iraquíes entran en cuatro embajadas en Kuwait
C. TARSITANO ENVIADO ESPECIAL, La situación de compás de espera y los contactos diplomáticos que caracterizaron el conflicto del Golfo en los últimos días fueron alterados ayer cuando fuerzas militares iraquíes penetraron en la residencia de la Embajada de Francia en el invadido Kuwait y se llevaron con destino desconocido a cuatro residentes franceses, entre ellos el agregado militar, Éduard Crespin, que posteriormente fue liberado. También entraron soldados en las legaciones de Canadá, Países Bajos y Túnez, que fueron desocupadas poco después. El Gobierno francés presentó una "enérgica protesta" y convocó al embajador de Irak en París. España se plantea la posibilidad de retirar de Kuwait a su único diplomático en el país, el encargado de negocios Juan José Buitrago.
El presidente francés, François Mitterrand, anunció ayer en Bratislava (Checoslovaquia) que dará a conocer hoy por la mañana las medidas adoptadas por su país tras un Consejo de Ministros restringido dedicado al incidente. "Esta violación es una agresión y vamos a responder", dijo Mitterrand. El presidente de Estados Unidos, George Bush, llamó por teléfono al presidente francés en cuanto se supo la noticia, para expresarle su apoyo.El Ministerio de Exteriores francés calificó el hecho de "violación intolerable de la Convención de Viena" (sobre relaciones diplomáticas) y de "nuevo atentado al derecho internacional y a la libertad de las personas".
El pasado 24 de agosto terminó el plazo dado por el Gobierno de Irak para el cierre de las embajadas extranjeras en Kuwait. Finalizado ese plazo, los países miembros de la Comunidad Europea, entre otros, decidieron mantener las sedes abiertas para no reconocer tácitamente la anexión iraquí de Kuwait, producida el pasado 2 de agosto, aunque Grecia y Dinamarca han decidido retirar a sus diplomáticos del país.
Seis diplomáticos franceses y un centenar de residentes de esa nacionalidad permanecen todavía en Kuwait, según fuentes oficiales, además de los 300 que se hallan en Irak. Unos 230 franceses abandonaron ambos países desde el comienzo de la crisis.
Los acontecimientos de ayer en Kuwait se produjeron mientras se encuentran ausentes de Francia el presidente, François Mítterrand, y el ministro de Exteriores, Roland Dumas, que se hallan de visita oficial en Checoslovaquia, y mientras el ministro de Defensa, Jean-Pierre Chevènement, preparaba el viaje que inicia hoy a Arabia Saudí para revistar el contingente militar francés enviado a la zona.
El primer ministro, Michel Rocard, se halla en París, aunque su portavoz se remitió ayer a los términos de la protesta efectuada por el Ministerio de Exteriores. El ex presidente Valery Giscard D'Estaing pidió "una urgente réplica de nuestra parte".
El despliegue
Francia ha enviado al Golfo en una primera fase una fuerza aeronaval integrada por el portaaviones Clemenceau (con helicópteros de combate y 1.800 hombres a bordo), el crucero lanzamisiles Colbert y dos fragatas. Posteriormente fue movilizado un escuadrón de paracaidistas con destino a Abu Dhabi, e instructores militares a Arabia Saudí. Con estas fuerzas, cuyo mantenimiento, según fuentes militares, cuesta alrededor de 150 millones de francos por mes, Francia tenía hasta ayer el segundo lugar en cuanto a efectivos militares en el Golfo, después de Estados Unidos, aunque casi todos los expertos califican de simbólica esta presencia en la eventualidad de un enfrentamiento bélico. Con los efectivos enviados ayer, ese segundo puesto lo ocupa el Reino Unido.
En España, el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, reveló ayer que estudiaba, con otros países de la CE y a la vista del deterioro de la situación en Kuwait, sacar al encargado de negocios español, Juan José Buitrago, el único diplomático que permanece en el emirato.
Comunicación
Buitrago tiene crecientes dificultades para comunicarse con Madrid desde que las embajadas de Dinamarca y Suiza, cuya radio utilizaba, cerraron, informa Ignacio Cembrero. Grecia y Dinamarca han sido hasta ahora los dos miembros de la CE que han clausurado sus representaciones.
El jefe de la diplomacia española expresó "la rotunda repulsa del Gobierno español ante hechos que despejan la duda, par quien la tuviese aún, de la capacidad del Gobierno de Irak para enfrentarse a todas las resoluciones de las Naciones Unidas y a las convenciones internacionales". El ministro pidió la liberación de los rehenes y afirmó que España apoyaría la convocatoria de otra reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar de la nueva agresión iraquí.
El embajador de Irak en España, Ashad Tawfik Ismail, declaró ayer en Vitoria que las embajadas "no hay por qué respetarlas si ya no existe un Gobierno", informa Pedro Gorospe. Este portavoz celebró una conferencia de prensa con el empresario jerezano José María Ruiz Mateos, que dijo coincidir con "muchos de los planteamientos" iraquíes.
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