Altamira tendrá este año 9.000 visitantes

Cuando termine este año sólo unas 9.000 personas habrán podido acceder al interior de Altamira. En julio, agosto y octubre los visitantes ascienden a 40 por día, pero en mayo apenas son admitidos 10. Al igual que en Lascaux (Francia), un régimen muy severo de visitas restringidas protege las pinturas que, según la prueba del carbono 14, tienen una antigüedad de 16.000 años. En 1977 se decidió el cierre riguroso de Altamira para proceder al desarrollo de un plan científico de recuperación, tras advertirse el comienzo de un peligroso deterioro de las pinturas imputable a la alteración del equilibrio ambiental provocada por la multitud.

A lo largo de los veranos que precedieron al cierre del yacimiento, hasta 1.500 visitantes eran admitidos diariamente en la sala de los bisontes. Semejante asistencia producía una peligrosa elevación de la temperatura de la masa de aire húmedo del recinto y fundamentalmente en torno a las pinturas, ejecutadas por los hombres del Paleolítico en un recinto de apenas 450 metros cuadrados de superficie en el que se detectaron más bacterias y hongos que en el resto del yacimiento.

Las negociaciones para reproducir Altamira, lo mismo que hizo Lascaux en su día, no han proporcionado hasta ahora el espónsor que se busca. En junio último la ONCE y la Diputación Regional decidieron reemprender las negociaciones, pero nada se ha dicho después al respecto. Aquéllas habían quedado suspendidas en julio de 1989 al no aceptar el patronato de las cuevas las condiciones exigidas por la ONCE para hacerse cargo de la financiación. Pretendía aquella reservarse los derechos de reproducción no sólo de las pinturas recreadas sino también de las originales. La respuesta del Gobierno autónomo fue negativa aduciendo que los derechos de reproducción de la Altamira auténtica no podían cederse al haber sido las cuevas declaradas Patrimonio de la Humanidad.

La Altamira artificial permitiría la admisión de unos 2.000 visitantes por día.