Las cosquillas
Criado y señor cambian sus ropas y sus papeles: la situación es tan antigua como el teatro mismo, y ha sido la base personal de algún autor, como Marivaux (la palabra francesa "marivaudage" se aplica a este género de suaves engaños y pasiones cruzadas) y casi a toda una época italiana, de la del criado Arlequín, engañando a sus amos y sirviéndoles simultáneamente.Juan José Alonso Millán (autor u director) recupera el tema, y este burdo Arlequín de hoy es Pepe Rubio y su divismo de la comicidad. Entra de lleno en el vodevil, con sus equívocos y sus sorpresas; lo supera en frivolidad, en atrevimiento, en procacidad.
Es lenguaraz y de una comicidad traumática, como la de las cosquillas. Pero nadie será capaz de decir que las cosquillas son un arte.
El guardapolvos
De Juan José Alonso Millán. Intérpretes: Flavia Zarzo, Pepe Rubio, Nené Morales, Paco Benlloch, Tony Valento, Marisol Ayuso, Javier de Pablo, Pascual Martín. Escenografía: Alex Tarragüell. Dirección: Alonso Millán. Madrid, Alcalá Palace, 6 de septiembre.
Si tiene tanto precedente histórico, tiene otros de mas baja cuna, como los que se llamaron "disparates cómico? en este mismo siglo, o "astracanes". Quiero decir que Juan José Alonso Millán no hace con el teatro ninguna traición que no se haya cometido antes.
En breve, a mí no me gusta el género, me parece bajo, simple; ni me gusta el actor Pepe Rubio, a cuyo servicio se ha escrito. Pero me apresuro a reconocer que soy una de las pocas excepciones.
Obra y actor vienen a Madrid desde otras ciudades donde han llenado teatros y han hecho reír hasta a las ovejas; pueden repetir su logro en el enorme Alcalá Palace, y yo me alegraré porque el teatro, ahora, necesita de todo, hasta de lo malo.
Aditamentos
Tiene la obra, ademas de autor y actor, algunos aditamentos que también son característicos, como la presencia de bellezas femeninas.De la admiración por las de Flavia Zarzo y la de Nené Morales no me excluyo en absoluto. Flavia Zarzo está empezando una carrera, y continuando una dinastía: tiene, además de su espectacularidad, buenas condiciones de actriz, en cuanto a prosodia y movilidad, y servicio al género. Los otros actores tambien sirven: corretean y gritan, siempre un poco menos que Pepe Rubio.
El público del estreno responde a todo: la provocación a la risa y al jolgorio están bien hechas, por lo tanto. Si hace reír a unos miles de personas habrá cumplido, por lo menos, una cierta función social.