Un bebé maduro
Mira quién habla pretende atraer al espectador por el regreso de John Travolta y el discutible atractivo de que un bebé hable como un adulto, incluso antes de nacer. Ambos reclamos son bastante débiles y ninguno de los dos serían suficientes para justificar este proyecto.Travolta se convirtió, quizá sin pretenderlo, en un galán nuevo en el firmamento de Hollywood con su resonante éxito en Fiebre del sábado noche, de John Badham, en 1977. Nadie, ni él mismo, lo consideró un actor excepcional entonces, pero sí parecía lógico, y oportuno, aprovechar la apariencia física de la nueva estrella y, sobre todo, sus indudables aptitudes de bailarín para la llamada música-disco. La historia es bastante disparatada, pero ese exceso imaginativo se podría disculpar si los resultados fueran excelentes; no ha sido así y, por lo mismo, las insuficiencias de la idea original -que un bebé hable como un adulto- acaba perdiendo fuerza muy pronto, demostrando su inoperancia para consolidar un largometraje por sí misma.
Mira quién habla (Look who's talking)
Producción: Tri-Star Pictures. Productor: Jonathan D, Krane-MCEG. Escrita y dirigida por Amy Heckerling. Música: David Kitay. Imágenes: Thomas del Ruth. Intérpretes: John Travolta, Kristie Alley, Olympia Dukakis, George Segal. Estreno: Carlos III, Roxy A, Vaguada M-2, Minicines Majadahonda, Minicines Pozuelo.
No importa que un hombre de treinta y tantos años se encarne en el cuerpo de un adolescente, ni que un padre se transforme en su hijo o viceversa; un atleta muerto, por error, también puede pasar a otros cuerpos para corregir el yerro, y cualquier magia puede invocarse si se trata de devolver a una persona que ha fallecido al mundo de los vivos, en un intento de ayudar a los que quedan aquí debajo.
Todo vale, en el universo de las historias fabricadas por Hollywood, a condición de que el espectador acepte complacido, pero el bebé de Mira quién habla (con la voz de Bruce Willis, en la versión original, y la de Moncho Borrajo en la doblada) acaba siendo molesto y reiterativo. La guionista y directora, Amy Heckerling, no ha demostrado demasiada imaginación al inventar la historia, ni al realizarla.
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