La ausencia de Italia

Ninguno de los arqueólogos de la expedición Cavoli representa, en contra de lo que estaba previsto, a las instituciones italianas, hecho que ha ocasionado una polémica en Cerdeña. Esta ausencia se debe a la negativa del representante en la isla del Ministerio de Bienes Culturales italiano, el sobreintendente Vincenzo Santoni, a autorizar que los arqueólogos de su país participen en la operación. La actitud de Santoni ha sido duramente criticada por la prensa. L'Unione Sarda, el diario de mayor tirada de la Isla, censuró en duros términos al sobreintendente, al que responsabilizó del hecho de que "Italia sólo esté para mirar". A pesar de la decisión de Martín Bueno de incorporar al equipo español a dos arqueólogos sardos y de admitir la colaboración de un tercero, Paolo Orrú, uno de los que participó en la prospección del pecio en 1988, para la comunidad científica internacional la operación habrá sido efectuada exclusivamente por el equipo español, como advertía el diario.En contraste con la actuación de Santoni, las instituciones de la isla, y en especial el Ejército -que transportó un compresor hasta Cavoll en dos helicópteros- y el Ayuntamiento de Víllasimius, sí han colaborado con el grupo español, aunque el cierre que evitará el acceso de barcos a la zona de la excavación y la llegada del pontón -plataforma flotante- que albergará los equipos de superficie se han retrasado varias semanas.