Vargas Llosa recibe el 'Nobel italiano' el día en que Fujimori asume el poder en Perú
En la pequeña localidad medieval de Castiglione di Sicilia, a dos pasos de la ciudad siciliana de Taormina, fueron galardonados ayer por la noche los vencedores del premio que lleva el nombre del lugar y que en sus 10 años de existencia ha visto desfilar a grandes personalidades del mundo de la cultura, del arte y de la ciencia, por lo que ha sido apellidado como el pequeño Nobel italiano. Vargas Llosa recibió el premio el mismo día en que Fujimori asumía la presidencia de Perú.
Este año, el jurado, compuesto entre otras personalidades por Rafael Alberti, Carlo Bo, Luis Jiménez Martos, Alberto Lattuada, Mario Luzi, Alberto Moravia y el premio Nobel de Física Antonino Zichichi, ha premiado entre otros al escritor peruano Mario Vargas Llosa, en el apartado de narrativa extranjera, y al Nobel de Literatura soviético Josif Brodskij, como poeta extranjero, por sus obras completas.Vargas Llosa recibió el premio el mismo día en que su ex rival político, Alberto Fujimori, era investido presidente de Perú.
El escritor peruano afirmó con sentido del humor que prefería este premio a ser presidente de su país. Pero, conversando con este corresponsal, él y su esposa afirmaron: "No es una broma, lo decimos sinceramente, porque de verdad nos da miedo la trágica situación en la que se está precipitando el Perú".
El Premio Castiglione di Sicilia, fundado por el dinámico alcalde del lugar, Enzo Grasso, que sabe conjugar magistralmente la administración municipal con su vocación de escritor y que acaba de publicar No fotografiéis las adelfas, un sabroso libro de narrativa, tras su novela Un amor judío, que había sido muy aplaudida por el difunto escritor siciliano Leonardo Sciascia, tiene una característica curiosa: todos los premiados juntos han de encaramarse en autobús, hasta el pintoresco pueblo siciliano.
Diferente
Personajes de primera plana de las diversas ramas del saber, entre ellos más de una media docena de premios Nobel que rechazan otros galardones o citas más importantes, han aceptado siempre, año tras año, la incomodidad de llegar hasta este pueblecito siciliano para recibir un premio que "Tiene un sabor distinto", como afirmó ayer Vargas Llosa. Es, en efecto, el sabor de una cierta autenticidad, de lo castizo, de lo informal y de lo casero.Este año, además de Vargas Llosa y de Brodskij, han sido premiados, entre otros, la escultora italiana Federica Galli; el premio Nobel sueco Kai W. B. Siegbahn; el novelista Gianpaolo Rugarli, una verdadera revelación literaria a sus 50 años, a pesar de haber empezado a escribir muy tarde, después de haberse pasado la vida como empleado de banca.
Entre los españoles que en el pasado han recibido el Premio Castiglione di Sicilia y que han pasado por estos parajes figuran Rafael Alberti, que recitó en aquella ocasión ante la gente del lugar versos en castellano; Nuria Espert, y el poeta Luis Jiménez Martos, presente ayer como miembro del último jurado.
Al preguntar a los nuevos premiados por qué habían aceptado este pequeño galardón y habían decidido hacer un viaje tan complicado -un vuelo hasta Roma, otro hasta Catania, una hora y media de coche hasta Taormina y casi dos horas de autobús hasta Castiglione, y después la vuelta-, respondieron que "Sicilia es una realidad misteriosa que, siempre atrae, y también porque sabian que el premio habia estado vinculado al tan amado escritor recienterriente fallecido Leonardo Sciascia, en cuya memoria se guardó anoche durante el acto de la entrega del premio un momento de respetuoso y agradecido silencio por lo mucho que ha dado con su obra y su ejemplo a esta tierra rica y atormentada a la vez de la Sicilia de Luigi Pirandello y de tantos grandísimos escritores. El galardón que recibió ayer el escritor peruano está dotado con 4.500.000 pesetas.
Babelia
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