Moscú bloquea la conferencia 'dos más cuatro'

Los ministros de Exteriores de las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial y los de las dos Alemanias deberán abordar hoy en París la nueva situación creada por la declaración del presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, autorizando a la futura Alemania unificada a asociarse a la alianza militar que desee. Levantado el veto soviético a la pertenencia de la Alemania unificada a la OTAN, queda despejado el principal obstáculo que paralizaba el progreso de la llamada conferencia dos más cuatro. El previsto protagonismo de Polonia en esta sesión de París queda en segundo plano.

En la tercera sesión de la conferencia dos más cuatro, los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, URSS, Francia y Reino Unido, y los de la RFA y la RDA, acogerán hoy a su colega polaco, Krzysztof Skubiszewski. París se había comprometido ante Varsovia a conseguir que las inquietudes polacas respecto a su frontera occidental, la formada por los ríos Oder y Neisse, fueran escuchadas en el marco de esta ronda de conversaciones sobre el porvenir alemán.La participación simbólica de Skubiszewski en una de las reuniones dos más cuatro es lo máximo que Varsovia y sus valedores franceses han podido conseguir de los otros participantes en esta conferencia. Fuentes diplomáticas del Qua¡ d'Orsay indicaron ayer que las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial intentarán convencer al ministro polaco de Exteriores de que no es necesario condicionar la devolución de la soberanía a Alemania a un previo compromiso formal sobre la ratificación de la línea Oder-Neisse por el futuro Parlamento de la Alemania unificada.

Ninguno de los aliados de Alemania quiere ser acusado de contribuir a la creación de un nuevo Tratado de Versalles que cargue a los alemanes de pesadas hipotecas políticas, habida cuenta de los dramáticos resultados que tal proceder significó para la humanidad en los años treinta y cuarenta. Las referencias de Koffl a la pesada carga con que fue lastrada la república de Weimar han sido suficientes como para que todos estén de acuerdo en convencer a Skubiszewski de que adopte una postura de sentido común y retire sus pretensiones. Polonia será compensada con la promesa de Bonn de que el futuro Bundestag tendrá como tarea urgente la ratificación de las fronteras.

Tras el éxito de los esfuerzos del canciller federal, Helmut Kohl, en la Unión Soviética para conseguir que el Kremlin levante su prohibición a la pertenencia de la futura Alemania unificada a la Alianza Atlántica, la conferencia dos más cuatro ha superado el principal escollo que paralizaba su progreso. El ministro de Exteriores de la RFA, Hans Dietrich Genscher, deberá trabajar esta mañana contra reloj para poder informar a tiempo a sus aliados de los resultados obtenidos por Kohl en Moscú. A primeras horas de la tarde, los jefes de la diplomacia de los siete países participantes se reunirán en el Centro Internacional de Conferencias de la avenida Kleber.

El compromiso formal de Bonn de limitar el futuro militar germano, asumido ayer por Kohl en la Unión Soviética, puede encontrar algunas reticencias por parte de Washington, que ha insistido en todo momento en que este tipo de decisiones no deben ser adoptadas unilateralmente, sino en un amplio foro internacional. Para EE UU, ese tema debe ser tratado en el contexto de las conversaciones de Viena sobre desarme, y en el más amplio de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa seguía anoche en París, a donde han llegado los principales participantes del encuentro.