_
_
_
_
_

La Generalitat quiere extender el uso social del catalán a todos los ámbitos

La Generalitat de Cataluña ha anunciado su decisión de abrir una segunda fase en el proceso de normalización de la lengua catalana. Garantizada la enseñanza de la lengua, se trata ahora, explica Miquel Reniu, director general de Política Lingüística del Departamento de Cultura de la Generalitat, de extender su uso social a todos los ámbitos, públicos y privados.

No se trata de ejercer una imposición, precisa Reniu, sino de alcanzar ese objetivo "por la vía de la participación, la implicación y el consenso de la sociedad catalana".Comentando el manifiesto firmado por varios intelectuales a favor de que la Administración del Estado apoye la difusión del catalán en las comunidades castellano-hablantes (véase EL PAÍS del pasado miércoles), Reniu considera inexplicable que el Ministerio de Educación no introduzca la enseñanza del euskera, el gallego y el catalán en los planes de estudio de las zonas castellanohablantes, siquiera como asignatura optativa, mientras en las universidades extranjeras proliferan las cátedras de catalán. Recientemente, una escuela secundaria de la República Federal de Alemania pidió ayuda a la Generalitat porque quería introducir la lengua catalana en sus planes de estudio.

En relación con esta segunda fase de la normalización lingüística, Reniu explica que no se trata de abandonar la actual política de difusión del conocimiento de la lengua a través de las escuelas, que tan buenos resultados ha dado: el 90% de la población de Cataluña entiende el catalán y el 64% está en condiciones de hablarlo (el 79% si se toma la franja de edad de 10 a 19 años). "Hemos logrado que el catalán sea una lengua importante, que hay que conocer si se quiere vivir hoy en día en Cataluña"

Conocimiento pasivo

Pero esta extensión en el conocimiento de la lengua no garantiza "que sea necesario hablarla, porque una cosa es el conocimiento pasivo de la lengua y otra su uso social. Por eso ahora vamos a poner el énfasis en el uso social del catalán", explica Reniu, quien añade: "Tanto el castellano corno el catalán son lenguas oficiales en Cataluña, pero la segunda tiene un adjetivo más: es la lengua propia de este territorio, y creemos que todas las actividades de este país deberían realizarse en catalán. Este objetivo es el que todavía no hemos alcanzado".Para alcanzar este objetivo, Reniu aboga por "la complicidad de la sociedad catalana. ¿Cómo difundir el uso social del catalán si los empresarios en sus empresas, los trabajadores en sus sindicatos, los comerciantes en sus comercios o los propietarios de un taller de automóviles no tienen clara una conciencia de que es un objetivo en el que deben participar?", se pregunta.

Reniu descarta que para alcanzar ese objetivo vaya a desplegarse una batería de disposiciones normativas que impongan el uso del catalán. "Nosotros no trabajamos nunca con criterios de imposición. En los lugares donde se ha optado por la imposición he podido constatar personalmente fracasos. Las cosas van adelante cuando socialmente se quiere que vayan adelante y hay consenso claro; y resultan difíciles cuando no existe ese consenso y existe sólo la norma, la imposición".

El objetivo es catalanizar el sector privado igual que ya está el sector público dependiente de la Generalitat y de las corporaciones locales. "Un cliente que va a una empresa privada debe poder mantener sus derechos lingüísticos: no debe verse obligado a hablar en castellano o a hacer un contrato o recibir la publicidad en castellano", afirma Reniu.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_