_
_
_
_

En prisión el matrimonio acusado de engordar terneras fraudulentamente

. El matrimonio formado por Juan Gasquet Serret y Josefa Genavé Mas-Miquel ingresó en la tarde del pasado miércoles en la prisión de Avila acusado de un delito contra la salud pública por presunta venta de hormonas prohibidas para engordar terneras artificialmente en la localidad abulense de El Barraco. Los vecinos de este pueblo, muy reticentes a la hora de hablar del caso, acusan al Gobierno de arruinarles al haber autorizado la importación masiva de carne de ternera.

Juan Gasquet Serret, de 46 años, y Josefa Genavé Mas-Miquel, de 42, llegaron hace dos años a El Barraco, pueblo situado a unos 30 kilómetros al sur de Ávila y en el que viven unas 2.000 personas, de la cuales el 80% se dedica a la ganadería. Según los vecinos, se instalaron como representantes de la empresa de alimentación animal, Nanta.Un ganadero, que prefiere mantener el anonimato, afirma que "durante el primer año vendían leche y pienso. Fue hace unos meses cuando él por su cuenta montó una comercial veterinaria para vender medicamentos y se dedicó a la cría de terneros. Se jactaba de los métodos que empleaba para engordar el ganado y más que vender trataba de demostrar el buen resultado que daban. Como mucho habrá sacado al mercado 60 terneras".

El matrimonio fue detenido en la madrugada del pasado martes por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Avila, Andrés Manuel Encinas. El juez, que no quiso ayer hacer declaraciones, ordenó la inmovilización de 250 terneros con objeto de comprobar si han sido tratadas con hormonas.

La detención del matrimonio no causó gran sorpresa en el pueblo ya que, según un jubilado, que también oculta su nombre, "Juan Gasquet avisó días antes de su detención a algunos vecinos para que no realizaran implantes (una de las técnicas para infiltrar sustancias estimulantes en los terneros mediante una inyección en las orejas de la res), y si lo han cogido ha sido por ignorante".

Los vecinos de El Barraco están convencidos de que el matrimonio "va a pagar por todos los que hacen los mismo en otras partes de España y en el extranjero" y aseguran que son muy pocos los que han seguido los métodos de Gasquet. Para ellos, dice Carlos, de 24 años y ganadero, el verdadero problema es "la importación de 9.000 toneladas de carne blanca de terneras de Bélgica y Holanda, principalmente, desde enero de este año, y que el precio del kilo de choto vivo haya pasado de 500 pesetas en noviembre a unas 350 ahora. Antes había entre 15.000 y 18.000 cabezas en el pueblo y ahora sólo unas 5.000".

El Barraco carece de veterinario desde hace un año y las reses son enviadas para su inspección al centro veterinario de Navaluenga. Carlos afirma que la mayoría del pueblo desconoce cuáles son las sustancias prohibidas porque sólo les informan "para pagar impuestos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_