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El boicoteo y la violencia, protagonistas de la apertura de la Conferencia sobre el Sida en San Francisco

ENVIADA ESPECIALLos actos protagonizados por grupos de activistas que intentaron asaltar la tarde del martes pasado las oficinas de inmigración en San Francisco, en protesta por las restriciones a la entrada de infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) a Estados Unidos, reprimidos con contundencia por la policía, así como las consecuencias del boicoteo oficial de 35 países a la VI Conferencia Internacional sobre el Sida, inaugurada ayer en esta ciudad, fueron los protagonistas de las 1ª jornadas del encuentro. Fruto de estas dificultades es la decisión de cancelar la conferencia convocada para 1992 en Boston (Massachusetts).

Los organizadores de la Conferencia (Universidad de California y Organización Mundial de la Salud) intentaron minimizar en una rueda de prensa las repercusiones del boicoteo que están sufriendo el encuentro tanto por parte de los gobiernos como por los grupos ciudadanos de afectados por el sida, pero reconocieron que será muy difícil volver a celebrar otra Conferencia Internacional sobre el sida en EE.UU., hasta que no se modifique la ley aprobada por el Senado en 1987.Desde que entró en vigor la normativa norteamericana que obliga a, que todos los inmigrantes que deseen vivir y trabajar en Estados Unidos se realicen la prueba para saber si están infectados por el virus del sida, al menos cuatro millones de inmigrantes se han visto forzados a someterse a la prueba. No existen datos, en cambio, con respecto a los turistas, según Mónica Her nández, de la Coalición para los Servicios y Derechos de inmigrantes y refugiados en EE.UU.

En el caso de los turistas, la aplicación de la ley queda a la discreción de los consulados distribuidos por todo el mundo. Generalmente se utiliza la "intuición y el olfato para seleccionar a las personas que por su aspecto pueden parecer sospechosas y pedirles que se hagan la prueba si quieren obtener el visado de entrada a los Estados Unidos", dice Mónica Hernández. El verano pasado un turista holandés fue retenido en Minneápolis porque la policía le encontró varias cápsulas de AZT (fármaco que se utiliza en el tratamiento del sida) y no pudo entrar en el país.

Invasión del hotel Marriot

Cerca de 1.000 manifestantes, la mayoría de ellos miembros del Grupo Act-up, procedentes de varias ciudades norteamericanas colapsaron ayer el centro de la ciudad, cortaron el tráfico, y tras intentar inútilmente entrar en las Oficinas de Inmigración, invadieron el famoso hotel Marriott, el más lujoso de la ciudad, donde se alojan gran parte de los participantes en la VI Conferencia. En este establecimiento, tomado por los activistas tan rápidamente que no dieron tiempo a reaccionar a los servicios de seguridad del hotel, se produjeron roturas de cristales y escenas de tensión cuando los activistas vieron a uno de los guardias grabándoles en video.En medio de un ruido ensordecedor de silbatos y tambores, la manifestación discurrió durante más de tres horas por las calles del distrito financiero de la que está considerada como ciudad gay de EE.UU. Las canciones de los manifestantes fueron coreadas por ejecutivos asomados a las ventanas y a algunos de ellos incluso se les podía ver bailando al son de la música.

Los actos de protesta continuarán a lo largo de toda la semana y se producirán, incluso dentro de la Conferencia. 375 miembros de los más de 250 grupos ciudadanos que hay en San Francisco, para ayudar a los enfermos del sida, han obtenido becas de la Universidad para asistir al encuentro. Cada noche, además, estos grupos se reúnen en un teatro frente a la Alcaldía, en una conferencia paralela que han organizado sólo para ellos.

Forzar las detenciones

Todas las acciones de protesta intentan conseguir que los propios activistas sean detenidos por la policía, como medio para atraer la atención sobre la situación de los enfermos de sida norteamericanos, según Miguel Puente, miembro del grupo Actup, de Los Ángeles, que se dirigió a los manifestantes. Durante la manifestación de la madrugada del miercoles, la polícia, se mantuvo a la expectativa. Tan sólo se produjo un momento de violencia cuando varios manifestantes intentaron saltar las vallas para penetrar en el edificio. Aún así la violencia puede volver a aparecer durante la que tendrá lugar hoy miércoles, a las cinco de la tarde, hora local (5 de la madrugada hora española). Al acto está previsto que asista el responsable de sanidad del gobierno Bush, Louis Sullivan.En total, 35 países decidido boicotear esta Conferencia sobre el sida, que va a abordar los problemas de la enfermedad en los años noventa, tanto los aspectos científicos como políticos. Los asistentes no esperan grandes novedades en la investigación sobre vacunas.

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