La Comisión Europea, preocupada por la proliferación de plantaciones de coca en el Africa tropical

La Comisión Europea está muy preocupada por la operación de traslado de la acción de los narcotraficantes colombianos hacia países de África. En el norte de Nigeria y también en Senegal proliferan las plantaciones de coca, pero "es toda el África tropical la que está amenazada por esta sustitución de cultivos", según fuentes comunitarias. La cumbre de la CE que se celebrará el lunes y el martes próximos en Dublín aprobará un plan europeo de lucha contra la droga, al que los Doce piden que se sumen países como Canadá y EE UU.

Los traficantes huyen de la presión a que están sometidos en Colombia y "buscan acercarse a Europa, el gran mercado de consumo de cocaína después de Estados Unidos", según fuentes de la Comisión Europea. Algunos Gobiernos africanos han expresado su preocupación a las autoridades de la CE y se han iniciado investigaciones para calibrar sobre el terreno el alcance del "reciclaje geográfico" que están llevando a cabo los capos de la droga.En Nigeria, según datos policiales, es evidente la presencia (le colombianos. A otros países africanos han comenzado a llegar también "extraños hombres de negocios latinoamericanos", según fuentes comunitarias, que precisan sin embargo que "aún es pronto para hacer sonar la alarma". El clima y los terrenos aptos para las plantaciones de café pueden ser a la vez excelentes para el cultivo de la coca. Los narcotraficantes están dispersando sus intereses para huir del acoso a que están sometidos en Colombia y Perú. Estados Unidos, impulsor de esta política dura de represión del narcotráfico, es a la vez culpable del nuevo problema que puede implantarse en África.

"Estados Unidos", según el comisario Manuel Marín, responsable de la política de cooperación y desarrollo de la CE, "es el responsable, con su defensa de la liberalización del mercado, del fracaso del Acuerdo de Londres sobre el café, y la consecuencia es que los precios. han caído más de un 30% este año". La falta de rentabilidad de las explotaciones cafeteras convierte en imparable el cultivo sustitutivo de la coca.

De las dificultades para conseguir que los agricultores dejen de producir hojas de coca son buen ejemplo los proyectos financiados en Colombia. El reciclaje de cada hectárea cuesta 2.000 dólares (200.000 pesetas).

Pero son 40.000 las hectáreas a reciclar. Estados Unidos ha ofrecido una ayuda de 20 millones de dólares (2.000 millones de pesetas), pero hace falta un esfuerzo financiero cuatro veces mayor, además de medidas que garanticen la rentabilidad de la producción de café.

La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CE aprobará en Dublín el plan elaborado en los últimos meses por el Comité Europeo de Lucha contra la Droga (CELAD), que ya recibió el pasado lunes el visto bueno de los ministros de Exteriores de los Doce. El principio político del plan es que hace falta la solidaridad internacional y "una estrategia global bajo el auspicio de la ONU" para atajar la producción, el tráfico y el consumo de drogas. Entre las propuestas, destacan "las medidas a tomar contra el blanqueo de capitales producto del tráfico ilegal de estupefacientes".

El principal problema lo constituyen, según el informe, los países productores y de tránsito. Sobre los primeros, el plan propone aumentar la cooperación con Colombia.

España

España, con relación al tránsito, es el país comunitario que más preocupa, aunque el informe no lo cite expresamente. Miguel Solans, delegado del Gobierno en el Plan Nacional de Lucha contra la Droga y miembro del CELAD, reconoció hace unos meses en Bruselas: "Los datos de la Interpol sitúan a nuestro país como la principal plataforma para la entrada de cocaína en Europa, aunque la situación está cambiando". Amberes, en Bélgica, y Rotterdam, en Holanda, son las otras grandes puertas.

En España confluye además la situación jurídica de ser el país más tolerante, el único de la CE donde el consumo de estupefacientes está despenalizado. Holanda, con una legislación más rígida, es muy permisivo en la práctica. "La legalización de la droga ni se plantea", según fuentes de la CE.