16 niños con anticuerpos de sida han sido adoptados por familias madrileñas

"Nosotros adoptamos al niño sabiendo que daba positivo en las pruebas del sida", dice Rosa, una mujer de unos 30 años que hace unos meses decidió, de acuerdo con Juan, su marido, que "este problema" no era suficiente razón para no acoger a Rubén, el bebé de pocos meses que estaba esperando una familia. En la actualidad, 16 familias madrileñas conviven con niños seropositivos adoptados en los últimos cuatro años. Según Ramón Aguirre, jefe del servicio de Educación Sanitaria de la Consejería de Salud, "el 75% de los niños nacidos con anticuerpos de sida los pierden definitivamente al año y medio".

Rosa, Juan y Rubén (cuyos nombres reales son otros) son una familia "muy feliz", aunque el secreto quedará entre ellos tres "por miedo al rechazo". Son una de las familias a las que la Consejería de Integración Social ha dado un niño en adopción debido a la certeza de que la mayoría de los bebés con anticuerpos del sida los pierden al año y medio de su nacimiento."El niño es una preciosidad; alegre, cariñoso, y sano como un roble", dice Rosa, un ama de casa que vive en las afueras de Madrid. Su marido, que tiene su misma edad, trabaja de mecánico. Ambos adoran al pequeño, que adoptaron después de saber que no iban a poder tener hijos. "Los primeros catarros del invierno me angustiaron mucho, pero al ver que igual que venían se le pasaban, dejé de preocuparme. El pediatra me ha dicho que está muy fuerte, y confiamos en que siga así durante mucho tiempo".

Certeza a los 15 meses

Pilar Cayuela, encargada del servicio de Adopciones de la Consejería de Integración Social, explica que la mayoría de estos 16 niños adoptados tienen "menos de 15 meses, aunque hay algunos mayores de tres años".

La edad es muy importante, porque "hasta el momento se ha comprobado que cerca del 75% de los niños que al nacer son seropositivos resultan no estar contagiados, cosa que se sabe con certeza entre los 15 y los 18 meses", asegura Cayuela.

Las pruebas de detección precoz de la enfermedad "antes de los seis rneses", que el doctor Vicente Carreño, de la Fundación Jiménez Díaz, está realizando desde hace año y medio son la esperanza para este servicio de adopciones.

"A través de la biología molecular y la ampliación génica es posible saber en los primeros meses de vida si una persona está contagiada o tiene sólo los anticuerpos maternos", explicó Carreño. "Desgraciadamente, esta prueba es muy complicada y necesita de una tecnología muy sofisticada, por lo que no se puede aplicar masivamente". Este equipo ha realizado análisis de este tipo a 104 niños, 20 de ellos recién nacidos.

"Vivo para el momento de verle hacer la comunión, de que se haga mayor y me pregunte por las cosas de la vida", continúa Rosa. Tanto ella como Juan acuden "casi todos los domingos a misa". "Tengo mucha fe en que al final el niño negativice [pierda los ariticuerpos]; creo que Dios nos ayudará. Nadie va a quitarme estos meses y estos años, que yo sé que van a ser muchos, porque ser madre me ha hecho la mujer más feliz del mundo. Al tenerlo en los brazos te olvidas de todo".

Juan prefiere no poner a la familia al tanto de los detalles. "Puede que lo aceptaran, pero, por si acaso, no nos arriesgamos", dice. "Rubén juega con todos los primos que tiene, y le han espabilado tanto que a nadie le parece que sea un hijo único", añade.

En Madrid existen 194 niños con anticuerpos de sida, según Ramón Aguirre. Unos 18 están acogidos en centros de la Comunidad, esperando ser adoptados. "El número se mantiene, pero no son siempre los mismos, porque en cuanto negativizan no los contamos como seropositivos", explica Cayuela. "Hemos observado que los niños acogidos en familias negativizan antes que los que viven en instituciones", asegura, "aunque es pronto para extraer conclusiones".