EE UU reprende severamente al Gabinete derechista de Shamir

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, ha advertido al primer ministro israelí, el derechista Isaac Shamir, que si su nuevo Gobierno no adopta el compromiso para reanudar el diálogo con los palestinos, EE UU frenará sus esfuerzos para restaurar el proceso de paz en los territorios ocupados. En Jerusalén, la respuesta no se ha hecho esperar, y fuentes de la presidencia del consejo israelí calificaron las afirmaciones de Baker de insultantes. Baker se refirió a Israel durante su comparecencia el pasado miércoles ante el Congreso.

Baker dijo a la comisión de política exterior de la Cámara de Representantes que "el presidente Bush está esperando en la Casa Blanca la respuesta israelí". Durante su declaración, el secretario de Estado explicó que "en Israel todos conocen el número de teléfono de la Casa Blanca, el 1 / 202 / 456 14 14", y comentó, refiriéndose a los legisladores israelíes, que "cuando quieran hablar con seriedad sobre la paz [en Gaza y Cisjordania], que nos llamen".La víspera, el primer ministro israelí, Isaac Shamir, había declarado a la prensa que entablaría negociaciones con los palestinos con dos condiciones, que se abran negociaciones simultáneas con los Estados árabes y que los palestinos reconocieran el principio de autonomía -cosa que se niegan a hacer-, informa desde Jerusalén Víctor Cygielman. Por su parte, el líder opositor, Simón Peres, afirmó que pretender condicionar las negociaciones de paz equivalía a aniquilarlas, asegurando que Israel jamás había condicionado esa negociación.

En Washington, la anécdota del teléfono, inusual a este nivel político, sirvió para enmarcar el durísimo lenguaje empleado por Baker durante sus referencias a Israel. Funcionarios norteamericanos han reconocido que este lenguaje nunca había sido empleado hasta ahora con referencia a Israel.

El secretario de Estado indicó que estaba molesto con algunas declaraciones del nuevo Gobierno israelí, incluida la afirmación del nuevo ministro de Asuntos Exteriores, David Levy, en el sentido de que los esfuerzos de paz de EE UU habían alterado los planes pacificadores de Shamir. Baker fue especialmente duro con Shamir, al cual acusó de ser el responsable del estancamiento de los esfuerzos norteamericanos para iniciar el diálogo de paz en la zona y expresó su. preocupación de que algunos miembros de su nuevo Gabinete se caractericen por no estar a favor de la pacificación de los territorios ocupados.

Las críticas de Baker también alcanzaron a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). El político norteamericano, que cuenta con la total confianza del presidente George Bush, se refirió "al tono antiamericano" que caracterizó la reciente cumbre árabe de Bagdad, y advirtió a la OLP que si deseaban que EE UU continuara el diálogo de paz, deben condenar a los responsables del ataque militar a una playa cercana a Tel Aviv el pasado día 30. Los esfuerzos de Baker para la pacificación de la zona se remontan a mayo de 1989. Fue entonces cuando el secretario de Estado pidió a Shamir la apertura de un diálogo con los palestinos que permitiera celebrar elecciones en los territorios ocupados y que hubiera permitido a los palestinos formar su propio Gobierno.