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Entrevista:ADIOS A LAS ARMAS

Franklyn: "La guerra ha terminado"

El líder de los rebeldes antisandinistas asegura que la desmovilización será completa

Antonio Caño

Israel Galeano, Comandante Franklyn, era un desconocido que se jugaba diariamente la vida en el Interior de Nicaragua cuando la Contra estaba dirigida por políticos con despachos en Miami y jugosos sueldos en dólares. La historia ha venido, al menos, a realizar la justicia de que, en el momento de la reconciliación nacional, la Resistencia Nicaragüense (RN) esté en manos de un campesino de ideario. elemental y probada capacidad de sacrificio. Al cumplirse el plazo acordado para el desarme de los rebeldes, Franklyn asegura: "La guerra ha terminado".

Franklyn cumplirá 30 años el próximo 17 de julio, pero se expresa ya como un iluminado, goza de más liderazgo que ninguno de sus antecesores en la jefatura de la Contra y está dedicido a aspirar a la presidencia de la República al frente de una nueva organización política surgida de la RN. Por el momento, su principal objetivo es convencer a todos de su sinceridad al aceptar la desmovilización de sus tropas.Pregunta. ¿Asistimos al final de la Contra?

Respuesta. Por nuestra parte, la guerra ha terminado. A partir de este momento no quedarán más contras armados en Nicaragua. La rapidez del desarme depende ahora de la capacidad de desmovilización de los organismos internacionales. Estamos demostrando ante el mundo que no somos obstáculo para que en esta nación haya paz, democracia y justicia social.

P. ¿No va a quedar nadie sin desarmar?

R. No hay excepción ni queda nadie. ¿Qué va a quedar haciendo? Si no tuviera interés en cumplir con esto, no habría dado ni un solo paso y estaría en guerra ya.

Vencer al miedo

P. ¿No teme por la seguridad de sus hombres?

R. La meta nuestra es ahora vencer el miedo, y lo vamos a vencer.

P. ¿Entregan ustedes las armas como ejército derrotado o como ejército vencedor?

R. A nivel militar, podemos decir que quedamos empatados, pero uno de los bandos perdió por ser de un partido. Nosotros podemos llamarnos vencedores .en el campo cívico. La derrota es cuando uno levanta el arma ante su enemigo y le dice: me rindo para que no me fusiles. Eso no es lo que estamos viendo aquí; nosotros estamos haciendo un proceso muy elegante.

P. ¿Cuántos hombres integrarían la policía rural bajo control de la RN?

R. Esa policía no será un obstáculo ni un ejército paralelo. Será lo mínimo: 100, 200, 300 hombres a lo sumo.

P. ¿Esa cantidad es suficiente para la seguridad de los contras armados?

R. Pero es que aquí hay también unos compromisos del Gobierno de que va a haber una desmovilización del Ejército. Nosotros queremos ver en este país un día en que no exista el armamentismo, el final para siempre del armamentismo, ya que ha quedado demostrado que las armas en Nicaragua no son sostén de ningún sistema que quiera apoderarse de la nación.

P. ¿Cree usted que ya no tiene razón de ser la existencia de la Contra?

R. No hay razón para que exista la resistencia ni hay razón para que exista un Ejército desproporcionado. Este país tiene suficiente con que existan cuerpos policiales para la protección de los nicaragüenses. Aquí no hay ningún vecino que nos amenace. Aquí lo único que nos ha agredido es un sistema de imposición que ha fracasado en todo el mundo.

P. ¿De qué tamaño debe ser el Ejército de Nicaragua?

R. Nicaragua no necesita Ejército, necesita fuerzas de seguridad pública únicamente para el orden interno del país.

P. ¿Ustedes formarán parte de las Fuerzas Armadas nicaragüenses?

R. De hecho, algunos miembros de la resistencia pasarán a formar parte de la Policía Nacional a su debido tiempo, y el que no, podrá retirarse cuando lo desee.

P. ¿Usted cuándo se va a desarmar?

R. Cuando pase el último soldado. Seré la retaguardia de las columnas que están ahora formadas para la de smoviliz ación.

Rehacer la vida

P. ¿A qué se va a dedicar cuando se desarme?

R. A rehacer mi vida de la nada, porque hoy no tengo ni a dónde ir. No tengo casa en Managua ni en ningún otro lugar de Nicaragua. Lo que antes era mi finca ahora es una montaña. Tengo que empezar una labor para construir un rancho, empezar a sembrar la tierra.

P. ¿Qué posibilidades hay de que la Resistencia Nicaragüense se convierta en un partido político?

R. Tal vez el 99%.

P. ¿Para cuándo?

R. Cuando tengamos a dónde ir cada uno de nosotros.

P. ¿Cómo va a ser ese partido político?

R. Nuestro objetivo político no está dirigido a ningún sector ni clase determinada del país Nos dirigimos a la nación entera Todo país necesita de todos los sectores sociales; si hay sólo ri cos no se hace nada y si hay sólo pobres es una desgracia. Podría hablar de un conglomerado de renovación nacional laboracionista.

P. ¿Es usted un hombre religioso?

R. No tengo ninguna religión. Sólo creo en Dios. Nunca he comulgado ni voy a comulgar, pero creo plenamente en Dios.

Una tarea cumplida

P. ¿Cómo es su relación con el general Humberto Ortega?

R. Lo veo como persona simplemente. Entre nicaragüenses y en todas las guerras del mundo, los que combaten terminan hablando y comentando las experiencias de la guerra.

P. ¿A usted ya no le importa que Ortega siga al frente del Ejército sandinista?

R. Eso no es decisión mía, es decisión del Gobierno.

P. ¿Cómo juzga usted ahora la actividad de la Contra durante diez años?

R. Valoro que se ha cumplido una tarea que era incierta en un principio. Se tuvo que recurrir a una guerra para que se diera un proceso de elección que costó a los organismos internacionales más de 20 millones de dólares para pagar observadores y vigilar que no hubiera un fraude.

P. ¿Quién cree que ganójas elecciones en febrero, la UNO o la RN?

R. Las ganó el pueblo de Nicaragua. Nuestra aportación fueron 10.000 combatientes y más de 40.000 nicaragüenses que murieron para que pudiera darse en Nicaragua un proceso electoral.

P. ¿A qué se debió el desprestigio internacional de la Contra durante tantos años?

R. Por un problema de dirección y administración. Porque el mundo no sabía por qué luchábamos los que estábamos dentro de Nicaragua.

P. ¿No cree que pueda deberse también a la estrecha vinculación de la Contra y Estados Unidos?

R. Todo movimiento guerrillero tiene que depender de alguna manera de un segundo o tercer país. El Frente Sandinista dependió directamente de Cuba. En una lucha se agradece la ayuda de quien sea.

P. Pero la ayuda norteamericana tuvo un precio muy alto.

R. Toda ayuda tiene algún precio. En el terreno militar, la condición principal era el respeto a los derechos humanos, y nosotros la cumplimos. Nuestros miembros fueron instruidos durante meses para conocer las leyes internacionales sobre derechos humanos.

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