La penuria de la Universidad española

La carrera universitaria en España de Senovilla no ha sido un camino de rosas. Tras regresar de Gran Bretaña se incorporó con una beca de recuperación a la Universidad de Salamanca, pero el rectorado no pudo dotar su plaza y Senovilla se presentó a oposiciones para la Universidad de Barcelona. Las ganó frente a otros siete aspirantes, aunque dos de ellos impugnaron la decisión del tribunal. Hasta hace apenas dos meses no se ha resuelto el contencioso, a su favor.A pesar de que huela a fiteratura tópica y muy transitada, cuando Senovilla habla de la Universidad española no puede evitar, lógicamente, el género plañidero. "Cuando se habla de la miseria de la investigación en España siempre se pone el ejemplo de los científicos que necesitan un gran apoyo tecnológico y no hay dinero para conseguirlo. Pero el auténtico drama está en que apenas existe una comunidad donde intercambiar tus experiencias, aprender de los demás. Físicos como yo sólo necesitamos papel, lápices, una pizarra, pagarse algunos viajes y, según cómo, un ordenador para ciertos cálculos. Lo penoso es la soledad del investigador".

Sin patentes

En otros ámbitos de la investigación, este intercambio de experiencias está bloqueado por el interés económico que puede tener cualquier novedad. "En mi disciplina, sin embargo, no puedes patentar un modelo de universo y, por tanto, esta cautela no existe. No hay reservas. Antes de publicar el artículo ya lo en vié a varios colegas. No hay ningún temor a que otros sigan esta vía, al contrario: es un proceso que se enriquece con las propuestas y las críticas ajenas".

El próximo curso, el profesor Senovilla tendrá que Justificar su sueldo a base de cargarse con clases y exámenes. El rendimiento laboral del investigador no está considerado en la Universidad española de igual manera que el del docente.