La RDA tendrá su propia voz en la CE
El ministro de Asuntos Exteriores de la RDA, el socialdemócrata Markus Meckel, anunció ayer en Berlín Este, durante la visita oficial de su homólogo de la RFA, Hans Dietrich Genscher, que tanto él como su primer ministro, Lothar de Maiziere, habían sido invitados a asistir a la cumbre comunitaria con la que concluirán en Dublín los seis meses de la presidencia irlandesa de la Comunidad Europea.
Mientras la negociación para la presencia de la República Democrática Alemana en la cumbre de la CE se llevaba adelante, en Berlín Este se anunciaba ayer que a partir del primero de julio se suprimirán los controles fronterizos con Berlín occidental, reunificándose de hecho así Berlín tras casi 30 años de división por el famoso muro.Ayer, el primer ministro Lothar de Maiziere planteó en Bruselas la necesidad de que "la RDA hablara con su propia voz" en las negociaciones para la incorporación a la CE. "Las conversaciones serán trilaterales", dijo, "y el mejor método no es someter la negociación a presiones". Insistió en que la pertenencia de la Alemania unida a la OTAN implica que la Alianza Atlántica debe cambiar su estructura y su estrategia", así como en que el objetivo de seguridad europea debe ser arreglado en el marco de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa".
La primera visita oficial de Lothar de Maiziere a Bruselas para debatir las condiciones de la incorporación de la RDA a la CE se convirtió en un rosario de reclamaciones. Ante el presidente, de la Comisión Europea, Jacques Delors, y los restantes comisarlos planteó que será necesario "un plazo transitorio de adaptación bastante amplio para la agricultura", y pidió comprensión para la industria, los problemas de medio ambiente y "el saneamiento económico muy difícil" que le espera a su país.
"Tenemos un socio poderoso que es la RFA, pero la RDA tiene un Gobierno democrático y es un país adulto que puede hablar por sí mismo", afirmó De Maiziere, quien se mostró convencido de que "podemos trabajar a tres bandas".
Expropiación
En el terreno doméstico, el Parlamento (Volkskammer) de la RDA aprobó ayer una ley que permitirá desposeer a los herederos del antiguo partido comunista (SED) de sus numerosas propiedades y riquezas. "Se empieza con la expropiación, se pasa a la liquidación y se termina con la prohibición", clamaba ayer indignado el líder del Partido del Socialismo Democrático (PDS), el abogado Gregor Gysi, de 41 años. Según el periódico Frankfurter Rundschau, sólo las participaciones en empresas de la República Federal de Alemania en manos de los ex comunistas ascienden a 1.000 millones de marcos (63.000 millones de pesetas).
Sin embargo, la leyenda sobre la fortuna acumulada por los viejos líderes comunistas resulta cierta. No se trata tan sólo de las propiedades en la RDA, donde, sólo contando las sedes y las cuentas corrientes, supera abrumadoramente a los demás partidos, sino -y especialmente- de sus inversiones en Occidente.
El ministro de Medio Ambiente de la República Democrática Alemana, Karl Hermann Steinberg, anunció ayer que su Gobierno había decidido cerrar definitivamente la central nuclear de Greifswald, en la costa del mar Báltico.
Según Steinberg, esta central, en la que hace menos de dos años tuvo lugar un peligroso accidente en el que fallaron casi todos los sistemas de seguridad menos el último, dejará de funcionar antes de un mes.
La central de Greifswald es del mismo tipo que la que sufrió el accidente en la localidad ucrania de Chernobil, en la Unión Soviética, hace más de cuatro años.
Tras la revolución democrática en el Este, una comisión de expertos de ambos Gobiernos ha llegado a la conclusión de que existen innumerables problemas de seguridad en Greifswald.
