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Yihad Islámica amenaza con ejecutar a rehenes de EE UU por la represión antipalestina

El grupo proiraní Yihad Islámica para la Liberación de Palestina (YILP) amenazó ayer con "hacer pagar" a Estados Unidos e Israel "el precio de la sangre palestina derramada" en los territorios ocupados. Dicha organización tiene en su poder desde enero de 1987 a los norteamericanos Jesse Turner y Alan Steel, de quienes ayer enviaron una foto junto con el comunicado, dado a conocer en Beirut. La amenaza de YILP se produjo mientras en Ginebra el Consejo de Seguridad de la ONU finalizaba su reunión sin haber logrado acuerdo para enviar una delegación a Cisjordania y Gaza.

La organización islámica señala en su comunicado que Estados Unidos "es directamente responsable" de la sangre vertida; el pasado domingo, en la localidad israelí de Rishon Le Zion, un israelí al parecer perturbado mató a siete trabajadores paslestinos. JILP afirma que "aplaza sus decisiones" sobre la suerte de los rehenes norteamericanos, ante el "repudio internacional" despertado por la citada Tatanza, pero agrega que "el único medio eficaz de respuesta es la fuerza".Por su parte, en la reunión de la ONU celebrada en el Palacio de las Naciones, se desarrolló una curiosa guerra de mapas y monedas, informa desde Ginebra Georgina Higueras. El líder palestino, Yasir Arafat, y el viceministro de Exteriores israelí, Benjamín Netonyahu, se enfrentaron sobre el significado "expansionista", según el primero, e "histórico", para el segundo, de una moneda de 10 céntimos acuñada y que circula por el Estado israelí, en la que supuestamente aparece un mapa del Gran Israel que engloba no sólo los territorios ya ocupados, sino también toda Jordania, dos tercios de Líbano, casi la mitad de Siria, la mayoría de Irak, gran parte de Arabia Saudí y la península del Sinaí.

Las dos conferencias de prensa fueron una diatriba sobre la conflictiva moneda, que era mostrada por Arafat como el objeto del delito y por Netonyahu como el de burla. Según este último, lo que aparece diseñado en una cara de la moneda no es un mapa, sino el perfil de una antigua moneda que data del reino de Matatías Antígonas (40-30 antes de Cristo), cuyos bordes se han desgastado por el tiempo de forma que han llevado a Arafat a confundirlo con un mapa del Gran Israel. Para el líder palestino, la moneda no es más que el símbolo de que Israel piensa seguir avanzado en la conquista de territorios.

Mientras los dos dirigentes se enredaban en una retahíla sin fin de acusaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU, trasladado a Ginebra para celebrar una sesión extraordinaria sobre la situación de los territorios ocoupados por Israel con la presencia de Arafat -que tiene prohibida la entrada en EE UU- finalizaba su debate sin acuerdo.

Sin embargo, la sesión de Ginebra ha puesto en eviencia el progresivo aislamiento de Israel. La habilidad de sus conferenciantes no logra convencer ni a diplomáticos ni a periodistas.

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