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Estudios de organismos internacionales revelan una grave contaminación en los países del Este

La contaminación ha convertido en incomestible el 90% de las frutas y hortalizas en la región de Katowice (Polonia). Una de cada 17 personas muere por efectos de la contaminación en Hungría. Éstos son sólo dos ejemplos de los muchos que cita el Fondo de la Población de las Naciones Unidas (FNUAP) en su último informe sobre el estado de la población mundial para llamar la atención "sobre el actual deterioro ambiental de los países de la Europa del Este y de cómo el sueño de su crecimiento industrial puede tornarse en pesadilla de mayor contaminación en los próximos años".

Debido a esta "preocupante" situación la Comunidad Europea ha decidido destinar 6.370 millones de pesetas para la protección del medio ambiente en los dos países citados dando prioridad, de esta forma, al tema del medio ambiente en la política de ayuda comunitaria a los países de Europa oriental.El derribo simbólico y en algunas partes físico del muro que dividía a la Europa occidental de los llamados países del socialismo real ha servido para conocer, entre otras cosas, el proceso de radicales cambios políticos y económicos que se producen o avecinan en esta zona, pero también ha puesto al descubierto 1os graves problemas de contaminación" que el proceso de apertura de los países del Este va a añadir a la Europa industrializada.

Don Hinrichsen, especialista británico en materia de medio ambiente y experto del Fondo de Población de las Naciones Unidas, ha dicho recientemente, en un seminario sobre población organizado por las Naciones Unidas en Copenhague, que la Europa del Este se dirige hacia un periodo de reestructuración que seguirá caracterizándose por altos niveles de contaminación y un deterioro aún mayor del medio ambiente.

"Hungría", comenta Hinrichsen, "como el resto de la Europa del Este, se encuentra en medio de convulsivas transformaciones, pero en el trasfondo de estos espectaculares cambios se cierne la amenaza del triste legado de 40 años de explotación de los recursos y despreocupación por el medio ambiente".

De acuerdo con datos ofrecidos por la Comunidad Europea en Hungría más del 45% de la población vive en regiones donde la contaminación del aire supera lo permitido por las normas internacionales y provoca una elevada cantidad de enfermedades respiratorias, anemias, malformaciones óseas y tumores en los pulmones.

Para acabar de describir la situación en esta región, el experto de las Naciones Unidas, que ha estudiado en el lugar la contaminación, añade que existen ciudades que amenazan ruina bajo el ataque de las partículas químicas que impregnan su atmósfera generadas por los anticuados tubos de escape de los vehículos y las chimeneas industriales. Pero todavía hay algo más grave: el crecimiento industrial precipitado que ha llevado a prescindir de las medidas básicas de protección del medio ambiente pone en peligro la salud no sólo de los húngaros, sino también de millones de europeos del Este.

Debido a todas estas causas, una de cada 17 muertes y uno de cada 24 casos de invalidez se atribuyen en Hungría a los efectos directos o indirectos de la contaminación atmosférica. Por otra parte, los contaminantes industriales representan una amenaza para la salud de 2,6 millones de habitantes de la zona industrial de Silesia, en Polonia. El mayor de los ríos polacos, el Vístula, está tan contaminado que sus aguas no son aptas ni siquiera para usos industriales en un 80%.

Agua contaminada

En Hungría el agua distribuída en más de 800 ciudades no es apta para el consumo humano. Los ríos y las aguas de superficie están contaminadas de mercurio, plomo y otras sustancia. La polución del aire es también uno de los problemas ecológicos más graves en Polonia, según la CE.

Hinrichsen entiende que, mientras que en la "opulenta Europa occidental las bajas tasas de natalidad se explican porque los hijos cuestan caros y los padres prefieren gastar su dinero en otras cosas, en la Europa oriental pueden ser expresión de un profundo pesimismo ante el futuro, avalado en parte por la contaminación".

Una pequeña puerta a la esperanza supone para los especialistas las posiciones que puedan adoptar los jóvenes ecologistas de estos países, "ya que pueden constituir un contrapoder frente al rápido y contaminante desarrollo industrial. Aun así, la conclusión de la FNUAP es taxativa: "Los problemas ambientales de la Europa del Este pueden ofrecer al resto del mundo una lección práctica de cómo no debe hacerse el desarrollo industrial".

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