Retirados los niños de un colegio gallego ante las sospechas de un compañero con sida
Los padres de los alumnos de preescolar del colegio público de Cerdedo (Pontevedra) retiraron ayer a sus hijos de las aulas por la presencia de un niño de cinco años del que sospechan que es portador de anticuerpos del sida. Por otra parte, los hermanos Rubén y Jennifer, de cuatro y dos años, respectivamente, portadores de anticuerpos del sida, no acudieron ayer al colegio ni a la guardería del barrio rural de La Cartuja, de Zaragoza, por decisión de su madre.
Iván, el niño de Cerdedo, faltaba a clase desde hace varias semanas por no haber presentado cuando se matriculo el preceptivo certificado médico, pero el director del centro decidió al mediodía de ayer volver a escolar¡zarlo por orden de la Consejería de Educación de la Xunta de Galicia.El director del colegio de Cerdedo, José Luis Jorge Caramés, declaró ayer a este periódico que desconoce si el niño es o no portador del virus del sida. Según José Luis Jorge, el pasado año se le practicaron unas pruebas que dieron resultado positivo, pero "yo mismo he tenido acceso a un informe elaborado en febrero por un laboratorio de Barcelona en el que se afirma que no padece sida". Tampoco se tiene constanc¡a de que ninguno de los familiares del niño pertenezca a un grupo de riesgo. El director del colegio manifestó que se especulaba con la posibilidad de que hubiese contraído la enfermedad durante una prolongada hospitalización a la que fue sometido hace algún tiempo.
El pequeño, hijo de madre soltera, es natural de la localidad de O Carvalliño (Orense), pero el pasado mes de octubre se trasladó a Cerdedo donde reside en compañía de su abuela. Según José Luis Jorge, el niño asistió normalmente a clase durante el primer trimestre pese a que sus familiares no entregaron el certificado médico obligatorio para inscribirse en un centro de enseñanza.
El pasado mes de diciembre surgieron comentarios en la locabidad sobre la supuesta afección del pequeño. El director decidió entonces impedir su asistencia a clase, ya que, según asegura, la familia continuaba sin entregar el certificado. Esta documentación fue enviada posteriormente a la Delegación Provincial de Educaión de Pontevedra, que ordenó a José Luis Jorge que lo readmitiese.
Desde el pasado lunes padres de alumnos comenzaron a concentrarse ante las dependencías del colegio para impedir el acceso del pequeño. El reingreso no se produjo hasta ayer al mediodía, lo que provocó que abandonasen el centro los 13 compañeros de grupo del niño y 11 de los 14 de otra aula de preescolar. En el resto de los cursos las clases continuaron con normalidad, según el director.
La Cartuja
Por otro lado, los hermanos Rubén y Jennifer, de cuatro y dos años, portadores de anticuerpos del sida, no acudieron ayer al colegio ni a la guardería del barrio rural de La Cartuja, de Zaragoza, por decisión de su madre, informa Javier Ortega. La madre, heroinómana que ha estado en tratamiento, declaró que no llevará a sus hijos al colegio ante la polémica suscitada: "No quiero que mis hijos sean los niños del sida", ha dicho.
La mayoría de los 220 alumnos del colegio público Ángel Escoriaza asistieron ayer a clase en medio de cierta expectación y una discreta vigilancia de fuerzas de la Guardia Civil. El director del centro, Vicente Carro, declaró en una conferencia de prensa que el claustro de profesores está a favor de la escolarización de los dos pequeños: "Somos partidarios de la integración y la convivencla total". Añadió que fue "negativo" el hecho de que los dos niños no asistieran ayer a clase: "Es un mal precedente pues tarde o temprano tendrán que hacerlo, si no es en este centro, en otro".
La junta directiva de la asociación de padres se pronunció también a favor de que los dos niños vayan a clase y, al igual que el director del colegio, solicitó mayor información y un profesor de apoyo para Rubén, un niño bastante inquieto. Los dos pequeños tienen otra hermana mayor que no es portadora y para la que todos piden que no sufra los efectos de la discriminación de sus hermanos.
La normalidad fue ayer total en el colegio y en la guardería y sólo unos cuatro o cinco niños no fueron a las clases de los dos hermanos, pero continúa la incógnita sobre la actitud de los padres si los dos hermanos vuelven al colegio. Los dos niños están bajo tutela y seguimiento del Gobierno autónomo dentro del plan contra el sida puesto en marcha por la Consejería de Sanidad y Bienestar Social.
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