_
_
_
_
Crítica:POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Colorido criollo

Kid Creole y sus Coconuts celebraban en esta gira por España su décimo aniversario como grupo de música de baile. Una trayectoria larga y regular que les ha mantenido en un prudente plano medio de actualidad. Ahora, después de grabar siete elepés y ofrecer cientos de conciertos por todo el mundo, regresaron a los escenarios madrileños para ofrecer un espectáculo que reflejase en su totalidad el carácter de la banda. Una fiesta de colorido y ritmo, con 14 músicos incansables entregándose sin reparos, sigue siendo la oferta del Chico Criollo.El espíritu festivalero del sonido y la coreografía es la tónica general de sus conciertos, en los que se cruzan peligrosamente los momentos brillantes con las más sangrantes banalidades. Tres chicas, las Coconuts, bailan frenéticamente desde la primera a la última canción, mientras apoyan con sus escuálidas voces al resto de la banda. Guitarras, bajo, percusiones y sección de metal cumplen perfectamente su papel, y crean con facilidad una trama sonora ideal para que el público baile durante casi dos horas. Poco importan los ritmos empleados para este fin, ritmos que van desde el calipso al soul pasando por un funk relativamente puro y el reggae más comercial. Mención especial merece una vocalista, Cory Daxe, puesto que con su prodigiosa garganta logró los momentos de máxima intensidad de la noche; jazz y blues unidos en una voz y puestos al servicio de músicas mucho más ligeras.

Kid Creole and The Coconuts

August Kid Creole Darnell (voz solista), Adriana Kaegi (voz), Taryn Hagey (voz), Janique Svedberg (voz), Peter Schott (teclados), Eddie Fock (percusión), Cory Daxe (voz), Eugene Grey (guitarra), Danny Blume (guitarra), Carol Colman (bajo), Kenny Fradley (trompeta), Lee Robertson (trombón), Dave Span (batería) y Charlie Lagond (saxo). Sala Jácara. Madrid, 30 de abril

Instrumentalmente, el concierto estuvo muy cuidado. Músicos realmente buenos acostumbrados a jugar con todas las alternativas posibles para cada canción, divirtiéndose comedidamente y transmitiendo calor mediante trucos muy estudiados. Así, luces y coreografía juegan un papel vital en un espectáculo concebido como algo tan visual como musical.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_