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Reportaje:

'Equis' y otras censuras

Crece la marea de puritanismo en Estados Unidos

La amenaza de clasificación X al filme de Pedro Almodóvar ¡Átame! por la Motion Picture Association of America (MPAA) es probable que, de confirmarse, dañe la distribución del filme en Estados Unidos, aunque hay quien cree que, por la popularidad alcanzada por el cineasta manchego en sectores de este país, el efecto podría ser el contrario. En cualquier caso, Almodóvar no está solo en la nómina de afectados por los vientos puritanos que barren el panorama de las artes en EE UU. "Welcome to the club!", pueden decir Julie Andrews, Peter Greenaway o Mapplethorpe.

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Atados y bien atados

Robert Mapplethorpe, después de muerto, protagonizó un escándalo en Cincinnati a causa de unas fotografías, que un jurado de esta ciudad considera ofensivas a la moral. El director del museo que las iba a exhibir se enfrenta a la petición de un año de cárcel y la exposición fue clausurada el dia de la inauguración. Para sus ofendidos detractores, el pecado está en la imagen del sexo de dos niños.Madrugada de un sábado. Mientras los niños duermen, la CBS emite la película S. O. B., de Blake Edwards, en la que Julie Andrews, la actriz que encarnó a Mary Poppins, muestra un instante sus pechos.Pues bien, esa fugacísima e inocua imagen es suprimida. Y nadie se dió cuenta de ello: un montaje en vídeo convirtió este corte censorial en una discreta elipsis. Se mantuvo el sonido original, se congeló la imagen y la clave del filme se censuró. No hubo protesta: los derechos de exhibición en una gran cadena son cuantiosos y los afectados por la mutilación callaron.

Una sociedad pornográfica

A primeros de este abril, la película del británico Peter Greenaway El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante recibió de la MPAA una X como la que ahora amenaza a Almodóvar. Los críticos de cine de los periódicos liberales se indignaron, porque previamente habían defendido al autor de El contrato del dibujante y El vientre del arquitecto. Cintas discutibles, pero no problemáticas para la moral de cualquier ciudadano. La distribuidora Miramax apeló al dictamen y la MPAA replicó que no lo se volvería atrás de su decisión aunque se hicieran cortes en el filme. "El tono general de la película es muy oscuro. No es como otras, en las que un corte aquí y allá rebajaría su clasificación. En ésta todo conduce a la clasificación X". Son palabras del portavoz de la MPAA. El filme se exhibe íntegro en todo el mundo, sin que a nadie se le pase por la cabeza clasificarlo así. Greenaway contestó así a la MPAA: "Creo que hacer cortes iría en contra de las motivaciones profundas que me llevaron a hacer esta película. No creo que el filme sea más pornográfico que la sociedad que retrata". El cocinero... se estrenó sin cortar, clasificada X. Aún no hay cifras de su taquillaje, pero parece que la estilización de Greenaway no compensa la crueldad del tema. Los críticos no se han entusiasmado.Hay que esperar a ver qué piensan de íAtame!, pero su homologación a los más duros pornos revela una tendencia regresiva en la moral oficial estadounidense. Si un personaje dice infierno, o maldito, o jodido en un filme televisado, se oye un pitido para eliminar el vocablo. Las escenas de cama desaparecen de los filmes, a no ser que se pague el abono a las transmisiones por cable.

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