_
_
_
_

El arte de la Italia del fascismo se exhibe en Valencia

La muestra recoge 300 obras del futurismo, el racionalismo y la abstracción de los años veinte y treinta

Una extensa muestra de obras de artistas italianos vinculados a las vanguardias futurista, racionalista y abstracta del período de entreguerras se expone desde ayer en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). La muestra, coproducida con el Museum Fridericianum de Kassel (RFA) e incluida en el protocolo de colaboración cultural entre España e Italia, recoge 300 pinturas, esculturas, diseños, proyectos, escenografías, muebles y objetos realizados en los años veinte y treinta, en pleno fascismo y en un momento de maduración de las exaltaciones modernas de principios de siglo.

Más información
Vanguardias viajeras

La exposición, titulada Vanguardias italianas de entreguerras, ocupa dos plantas del IVAM, y agrupa diversas manifestaciones creativas producidas en Italia entre la primera y la segunda guerra mundial, con la intención de desvelar las relaciones entre las diferentes tendencias vanguardistas, sus contactos con otras corrientes europeas contemporáneas, como el constructivismo, el neoplasticismo o el dadaísmo, y su significado en un contexto político marcado por el fascismo y presidido por la decantación de las iniciales utopías artísticas."Al principio, la realidad era una cosa y la idea del futuro, otra", explicaron ayer dos de los tres comisarios de la muestra, Luciano Caramel y Enrico Crispolti -el otro es Veit Loers- "En los años veinte y treinta, sin embargo, la realidad había cambiado". Y los artistas de vanguardia pasaron del "mito de lo moderno" a una mayor adecuación de sus propuestas a la realidad.

Lo que se ha llamado el segundo futurismo, cuando el movimiento apadrinado por Marinetti se desplegó en múltiples campos, de autores como Prampolini, Depero o Fillia; la arquitectura utópica de Poggi o Mazzonni, y la racionalista de Sartoris, Terragni o Pollini; así como el arte abstracto, constructivista o concreto de Belli, Fontana o Munari; protagonizan la exposición.

Maquetas, muebles, cuadros esculturas, proyectos arquitectónicos y diseños gráficos, teatrales o publicitarios, conforman una muestra que se expuso en Kassel los pasados meses de febrero y marzo y concluye ahora en Valencia. "Se trata de una exposición única, ya que recoge a la vez las propuestas futuristas y racionalistas", explicó Caramel. "Un tipo de muestra que nunca se ha realizado en Italia". Aquellos futuristas de la década anterior, entusiasmados con el progreso, las máquinas y los nuevos lenguajes artísticos, empezaron a aplicar en los años veinte su esfuerzo en lo que Crispolti define como "la invención de las formas de la cotidianeidad".

Diseño industrial

De ahí que en la exposición del IVAM destaque el apartado dedicado a los diseños que para la firma Campari realizaron, entre otros, Balla, Depero, Prampolini, Fillia y Dottori. También se muestran los primeros diseños para Olivetti.Sobre la polémica relación de las vanguardias italianas con el régimen mussoliniano, Caramel y Crispolti señalaron ayer: "El fascismo no tuvo una política cultural definida. A diferencia del nazismo en Alemania, dió mucho margen, aunque a finales de los años treinta, cuando estuvo más ligado a éste, se intentó también una operación sobre el arte degenerado, como la de los nazis". En todo caso, en opinión de estos dos especialistas, "el fascismo no modificó profundamente la situación artística. Las vanguardias italianas se pueden leer independientemente del fascismo".

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_