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UNA NUEVA EUROPA

La CE asume un papel central en la "cumbre" económica de Bonn

Enric González

La Comunidad Europea (CE) y sus propuestas se han convertido en el punto de encuentro de los 35 países participantes en la I Conferencia sobre Cooperación Económica en Europa, apéndice de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que afronta esta semana la recta final de su reunión, iniciada el pasado 19 de marzo en Bonn.La CE propone un comunicado final "sin maximalismos, que pueda ser aceptado y cumplido por los países del Este que evolucionan hacia la economía de mercado", según fuentes diplomáticas. EE UU pretende, por el contrario, forzar la aprobación de un documento en el que los países que abandonan el régimen socialista se comprometan formalmente a aplicar sin restricciones una economía de mercado libre. La postura comunitaria, situada en un punto intermedio entre los ambiciosos principios estadounidenses y las reticencias de la URSS, ya ha recibido el apoyo explícito de Noruega y es bien vista por Canadá y Hungría. Aunque aún no es seguro que pueda obtenerse un comunicado final con el consenso de los 35 países miembros, lo que constituiría de por sí un éxito, todo parece indicar que no se registrará ninguna ruptura. El comunicado se articulará, según los actuales borradores, en torno a cuatro apartados: diversificación económica, cooperación industrial, cuestiones específicas y asuntos financieros, y convertibilidad de monedas.

Sobre el cuarto apartado, la Unión Soviética ha reiterado su propuesta de creación de una Unión Europea de Pagos, cuya misión seria garantizar y regular la convertibilidad de las divisas de los 35 países. Tal propuesta ha sido considerada prematura por la mayoría de las delegaciones, aunque, durante esta semana, la convertibilidad de las divisas será uno de los asuntos centrales de las discusiones. Numerosos banqueros -entre ellos varios españoles- son esperados estos días en Bonn para contribuir a los debates, en los que tienen cabida los representantes del sector privado.

El mayor problema para alcanzar un comunicado final se centra actualmente en el preámbulo del mismo. Todos los países, incluida la URSS, aceptan la conveniencia de la economía de mercado, y, por tanto, no parece difícil que se pongan de acuerdo en la redacción de un texto sobre cooperación económica. Las diferencias surgen en el contenido del preámbulo, donde debe definirse si la implantación de la libertad económica en el Este de Europa es un objetivo forzoso o un simple propósito de cada país.

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