La contaminación del mar causa enfermedades, según un estudio de la ONU

La contaminación bacteriana de las aguas costeras es causa directa de enfermedades entre las personas que se bañan en las playas o que comen pescados o mariscos de esas zonas, según un informe (El estado del medio marino), el primero desde 1980, patrocinado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Veinte científicos de varios países, entre los que no figura ningún español, afirman en el informe que la contaminación de las zonas costeras y la destrucción del hábitat marino a consecuencia del desarrollo urbanístico en estas zonas son los mayores problemas a que se enfrentan los océanos. Los metales pesados, la radiactividad y los vertidos de hidrocarburos, señalados en 1980 como muy preocupantes, no son ahora considerados tan importantes.Los científicos han encontrado otras cuatro causas de preocupación: la eutrofización o crecimiento incontrolado de plantas acuáticas a causa de cantidades excesivas de nutrientes; la progresiva contaminación por hidrocarburos clorados, especialmente en las zonas tropicales y subtropicales, la contaminación por desechos plásticos, y la acumulación de alquitrán en las playas.

"No aceptamos el criterio anterior de que no existe una relación causal directa y demostrable entre las enfermedades humanas y el baño en aguas contaminadas. Esta relación es particularmente fuerte en los niños menores de cinco años afirma el presidente del grupo autor del estudió, Alasdair McIntyre, de la universidad escocesa de Aberdeen. Los alimentos marinos contaminados por aguas fecales constituyen una vía importante de propagación de la hepatitis (especialmente en el caso de almejas, mejillones, ostras y otros moluscos bivalvos) y de enfermedades digestivas.

La contaminación por petróleo es altamente visible, afirman los científicos, pero no es la peor, ya que sus efectos son reversibles. Sin embargo, las instalaciones turísticas e industriales, los puertos, las granjas marinas y las urbanizaciones costeras están destruyendo playas, arrecifes y zonas húmedas, así como la vida marina en las plataformas continentales, donde se concentra.