Gorbachov ordena a los lituanos entregar las armas
Mijail Gorbachov no está dispuesto a ceder a la presión independentista lituana, y ayer ordenó, de acuerdo con los poderes especiales recién adquiridos como presidente de la URSS, que todos los lituanos entreguen sus armas y dio instrucciones a las fuerzas fronterizas del Comité para la Seguridad del Estado (KGB) para que refuercen las medidas de protección en la frontera soviético-lituana, siendo especialmente meticulosos en el control de visados. El presidente del Parlamento lituano, Vitautas Landshergis, reaccionando contra las disposiciones, dijo anoche que el decreto sólo se podrá imponer por la "fuerza bruta".
Horas antes del decreto se había recibido en Moscú una protesta del Gobierno lituano por las maniobras militares soviéticas en su república. En el decreto de ayer, el jefe del Estado soviético se declaraba dispuesto a hacer respetar en el territorio de Lituania "los derechos y los intereses legales" de los ciudadanos soviéticos que viven en la república báltica, que proclamó su independencia recientemente.La primera ministra de Lituania, Kazimiera Pruriskiene, envió a los dirigentes de la URSS un telegrama de protesta por las maniobras militares de las tropas soviéticas en territorio lituano. El documento, dirigido al presidente soviético, Mijail Gorbachov, al primer ministro, Nikolai Rizhkov, y al de Defensa, Dimitri Yazov, refleja la "profunda inquietud del pueblo lituano" por los ejercicios bélicos que se desarrollaron en territorio de esa república báltica. "Los jefes militares explicaron que son parte de un extenso programa de maniobras. Sin embargo, el Gobierno lituano no fue informado", dice el telegrama. Según un portavoz de Sajudis, que agrupa a las fuerzas independentistas, el telegrama tiene este objetivo: "Mostrar que actuamos como Gobierno y que esperamos ser tratados como tal". El mensaje fue enviado después de que Vytaustas Landsbergis, presidente del Parlamento lituano, dijera el martes que las maniobras parecían haber terminado, pues los aviones militares habían dejado de sobrevolar Vilna, la capital de la república.
Krasnaya Zvezda, diario de las Fuerzas Armadas de la URSS, publicaba ayer una entrevista con el general Fiodor Kuzmin, comandante del distrito militar del Báltico, quien habló de su encuentro con Landsbergis, en el que planteó el problema de los desertores, del reclutamiento de primavera y de la vigilancia de villas militares y movimientos de tropas. "Esa observación se realiza porque estamos preocupados por el carácter de la actividad de los destacamentos militares, cuyos planes deconocemos", respondió supuestamente el presidente lituano, según Kuzmin.
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