Carlos Menem y Felipe González tratan de reactivar el tratado bilateral
El presidente argentino, Carlos Menem, y su huésped español, Felipe González, se esforzaron ayer por reactivar el tratado de cooperación y amistad entre ambos países, el único de los firmados por España que ya está vigente, pero que se encuentra, sin embargo, en una vía muerta a causa del temor de los sectores público y privado españoles a invertir en un país en el que la inflación alcanzó en 1989 el 3.700%.
"Si yo tuviera dinero invertiría en Argentina", afirmó el presidente español en una conferencia de prensa que dio junto con Menem en la Embajada de España. "Hemos superado los obstáculos normales para poner en marcha el tratado y en uno o dos meses iremos poniendo el contenido", añadió. Queda por ver si bastará con esto para inspirar confianza en este instrumento de ayuda al desarrollo que, en el mejor de los casos, podría canalizar fondos a Argentina por valor de 330.000 millones de pesetas. La delegación española confirmó también una donación de 550 millones de pesetas para acabar la Biblioteca Nacional argentina.
Con este acto ante la Prensa concluyeron las 17 horas de estancia de González en Buenos Aires, de donde partió rumbo a Brasilia pasando por Montevideo para almorzar con el presidente uruguayo, Luis Alberto Lacalle, que viajó a la capital brasileña en el avión presidencial español. Ambos asistirán hoy a la toma de posesión del presidente Fernando Collor de Melo.
En Brasilia, González tiene previsto, por iniciativa propia, entrevistarse con el presidente cubano, Fidel Castro, aunque Menem reconoció que el vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle, que también pasó ayer por Buenos Aires, "nos pidió que hablásemos" con el líder máximo, "pero de ninguna manera que le presionemos" para que propicie un cambio político en la isla. "Yo no haré nunca presiones", insistió González.
La coincidencia en Buenos Aires de los jefes de Gobierno de España e Italia, Giulio Andreotti, y de Quayle fue interpretada por Menem como "una triple demostración de confianza" hacia una Argentina que, dijo, "vive una situación de emergencia" caracterizada por la hiperinflación y una constante pérdida del poder adquisitivo de la población, hasta el punto de que el sueldo mensual del jefe del Estado equivale a unas 30.000 pesetas.
Aunque reconoció que con el anterior presidente argentino, el radical Raúl Alfonsín, su "relación es buena no sólo en el plano político, sino en el personal", Felipe González aseguró tener también ahora "una buena relación con el presidente Carlos Menem".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Viajes oficiales
- Felipe González Márquez
- Fidel Castro
- Fondos cohesión
- Cuba
- Contactos oficiales
- Argentina
- Tratados internacionales
- Caribe
- Fondos estructurales
- Planes desarrollo
- Economía europea
- Política exterior
- Brasil
- Relaciones internacionales
- Latinoamérica
- Gobierno
- Sudamérica
- Gente
- América
- Administración Estado
- Turismo
- Organizaciones internacionales
- Eventos