Los pescadores de Algeciras mantienen el bloqueo al no recibir una respuesta de la Administración

Los pescadores de Algeciras decidieron ayer continuar con el bloqueo del puerto después de que una comisión formada por 12 personas debatiera durante todo el día el cese de las medidas de presión, tras las peticiones recibidas en ese sentido desde la Administración y la Federación Nacional de Cofradías. Los pescadores consideran que no se han obtenido garantías suficientes por parte de la Administración al no haberse recibido un documento firmado por el ministro de Agricultura y Pesca, Carlos Romero, en el que se asegure la posibilidad de faenar sin riesgos de apresamiento en los caladeros marroquíes.

Tres de los 42 barcos que permanecen en la bocana del puerto depusieron a última hora de la tarde de ayer su actitud, aunque todos de ellos volvieron posteriormente a la bocana. Para mañana, martes, se mantiene la convocatoria de huelga general para toda la comarca del Campo de Gibraltar. En Huelva, los pescadores decidieron abandonar el bloqueo a la espera de los resultados de la reunión de Rabat del próximo día 19.A las 10.30 horas comenzó en la sede de la cofradía de pesca de Algeciras la reunión de los 12 miembros de la comisión elegida para discutir el cese o mantenimiento del bloqueo portuario. Esta comisión la formaban tres miembros por cada uno de los colectivos implicados: armadores, pescadores de los barcos que protagonizan la acción, cofradía de pesca y de la plataforma cívica creada en Algeciras a raíz de los primeros incidentes. La reunión se prolongó hasta pasadas las siete de la tarde.

La puerta del salón donde se celebró la reunión se mantuvo cerrada a cal y canto durante toda la jornada, sin que se conociesen con certeza los pormenores que se debatían en su interior. Sólo pudo saberse a media mañana, según un miembro de la cofradía, que se habían enviado un télex a Madrid y que se estaba a la espera de una respuesta.

Mientras tanto, en la sede de la cofradía, repleta de armadores, pescadores, familiares y una veintena de informadores llegados desde toda España, se respiraba un ambiente tenso. La salida de Rafael Limón, vicepatrón de la cofradía, del interior de la sala provocó un revuelo de periodistas y pescadores que le solicitaban noticias. Limón, que partió ayer hacia Estrasburgo para reunirse con Pedro Pachego y el grupo parlamentario europeo Arco Iris, no adelantó nada.

Poco después, los rumores que corrieron en la cofradía apuntaban a que en el salón ya no se debatía nada y sólo se esperaba, sin salir de allí, para dar tiempo a que llegase una respuestas desde Madrid. Se espereba un escrito firmado por el ministro de Agricultura y Pesca, Carlos Romero, en el que ratificara las declaraciones que efectuó el sábado a TVE en las que afirmaba que Marruecos había dado garantías suficiente para que se faenara hasta el próximo día 19, fecha de la cumbre comunitaria convocada en Rabat.

Sin embargo, tres de los 42 barcos que mantenían el bloqueo -el Bahía Blanca, Rafael y Trudy y San Agustín- decidieron deponer su actitud a las 18.30 horas, lo que provocó momentos de gran tensión entre el resto de los pescadores que seguían en la bocana. La mujer de Enrique, uno de los marineros que depusieron su actitud, le rogaba desesperadamente, casi llorando, a través de la radio, que siguiera en el mar. El marinero decía que estaba satisfecho con el compromiso expresado públicamente por el ministro Romero, y argumentaba: "Este es un bloqueo de armadores que estamos sufriendo los pescadores".

Por su parte, los pescadores de la provincia de Huelva determinaron en el transcurso de una asamblea celebrada ayer el desbloqueo del puerto autónomo onubense y quedar a la espera de los resultados que la CE y la Ad ministración española obtengan en Rabat el próximo día 19, según informa Luis E. Siles. Los pescadores onubenses, en una reunión anterior, celebrada la noche del sábado, habían decidido dejar paso a través de la bocana a los buques mercantes del Polo Químico de Huelva.

Fuentes de la Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva manifestaron públicamente que las fábricas podrían llegar al caos económicos y a la regulación de empleo si el cierre del puerto se prolongaba.