Nicaragua vota hoy por un futuro de paz y democracia

Nicaragua vota hoy por un futuro de paz y democracia en unas elecciones de las que el mundo entero es testigo y juez. Toda la atención internacional está puesta a estas horas sobre los 1.752.088 nicaragüenses que por primera vez en su historia podrán elegir libremente entre ratificar en el poder al sandinismo reformista del actual presidente, Daniel Ortega, o sustituirlo por un nuevo régimen, simbolizado por Violeta Chamorro. Entre una maraña de observadores de más de 50 naciones, los nicaragüenses acuden a las urnas con la esperanza fundamental de acabar con la guerra y resolver la dramática situación económica.

ENVIADOS ESPECIALES Ambas cosas pasan invariablemente por la normalización de relaciones con EE UU, que es el país que financió a la guerrilla antisandinista y a la contra y el Estado que decretó un bloqueo económico sobre Nicaragua.En el caso de una victoria de Violeta Chamorro, cuya candidatura ha sido públicamente respaldada por el presidente norteamericano, George Bush, se da por segura la apertura de plenas relaciones entrearribos países. Si triunfa Daniel Ortega, habría que esperar para comprobar si el Gobierno norteamericano confía en la nueva política de apertura política y económica que los sandinistas han prometido.

Las últimas encuestas realizadas durante la campafl a daban la victoria, al Frente Sandinista de Liberación Nacional. (FSLN), pero hay que contar con la dificultad de los encuestadores para cumplir fielmente con su trabajo en un país tan polarizado como éste y esto además de las suficientes garantías de libertad de expresión como para confiar al ciento por ciento en las respuestas de los interrogados.

Las manifestaciones de los cierres de campaña en Managua también demostraron una superioridad de fuerzas del Frente Sandinista, pero, teniendo en cuenta que estas elecciones tienen un carácter plebiscitario y que los nicaragüenses conflan por primera vez en la eficacia del voto secreto, no se puede descartar totalmente una sorpresa que diese la victoria a la Unión Nacional Opositora.

Moderación y realismo

El FSLN ha conseguido transmitir en la campaña electoral una imagen de moderación y realismo que le permite presentarse como la única fuerza capaz de garantizar la estabilidad , la gobernabilidad del país. Su punto débil es el pésimo balance económico de 10 años de gestión, que es precisamente el argumento que junto a la promesa de sus pender el servicio militar obliga torio, podría dar la victoria a Violeta Chamorro.

Al margen de cuál sea el resultado, el primer reto para comprobar las posibilidades reales de convivencia en Nicaragua es que los resultados electorales sean claros y reconocidos por ambos bandos. Violeta Chamorro ha prometido que si es derrotada colaborará con el vencedor.

Hasta hoy, el proceso electoral nicaragüense ha contado con la aprobación de los observadores internacionales. Así lo dijo el viernes pasado Elliot Richardson, representante personal del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Javier Pérez de Cuéllar, y así lo dice expresamente el último informe de la misión de la ONU para la Verificación de las Elecciones en Nicaragua (ONUVEN): "Una apreciación objetiva permite llegar fácilmente a una evaluación positiva del marco legal del proceso electoral, ya que es comparable a la que se encuentra vigente en otros países de la región, y no contiene ninguna dificultad que cree desigualdad inaceptable de oportunida des. Tampoco hay dificultad en llegar a una e valuación positiva del poder electoral y de su estricta imparcialidad".

Aunque reconoce el uso partidista de los medios de comunicación del Estado, el informe de la ONUVEN concluye claramente que hoy el pueblo nicaragüense "podrá definir con libertad su futuro Gobierno a través del veredicto que emitirá en las urnas". La ONUVEN, en colaboración con la OEA y el Centro Carter, certificará la pureza del acto de sufragio.

El ex presidente norteamericano Jimmy Carter realiza desde el viernes pasado gestiones con el Gobierno y la oposición para poner su firma aprobatoria al final de este proceso. En una reunión con Violeta Chamorro, Carter se ofreció a enviar personal de su centro a aquellas mesas electorales en las que la oposición no contase con fiscales propios. La labor de Carter, cuya opinión resultó fundamental para deslegitimar las últimas elecciones en Panamá, es básica para que los resultados que salgan hoy de las urnas sean aceptados no sólo en Wiwili (un remoto poblado de la frontera con Honduras donde la población se reparte entre su apoyo al FSLN y a la contra), sino en Washington.

Carter llegó a un acuerdo con Richardson y con el secretario general de la OEA, Joáo Baena Soares, de no emitir una opinión hasta que el Consejo Supremo Electoral dé sus resultados, pero que si se producen discrepancias entre los datos oficiales y los que ellos tres obtengan actuarán en consecuencia. Carter dijo ayer que ha pedido al Gobierno norteamericano que reconozca los resultados que mañana se hagan públicos, si éstos cuentan con el aval de los observadores, y que retire el embargo económico. También informó que se había reunido con dirigentes de la contra -"pero no los que viven en lujosos hoteles, sino los que están en el campo, como Franklin"- y que había observado que estaban dispuestos a desmovilizarse si los resultados electorales no admiten discusión.