El nuevo IRPF incluirá estímulos fiscales al ahorro de las familias, aunque Solchaga desconfía de su eficacia

"No espero, ni en el corto ni en el medio plazo, significativos aumentos en el ahorro de las familias". El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, mostró ayer con esta frase su desconfianza en la eficacia de uno de los compromisos electorales del PSOE: la introducción de estímulos fiscales al ahorro familiar. Aún así, Solchaga anuncio que la nueva ley del IRPF incluirá alguna medida en esta dirección. Sí se mostró confiado en un incremento de ahorro de las empresas a través de estímulos fiscales, pero descartó una rebaja en las cotizaciones a la Seguridad Social. "Prefiero rebajar de manera progresiva los impuestos directos", añadió.

El ministro de Economía durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso para explicar los proyectos de su departamento para la actual legislatura, señaló que "no hay nada malo en que la gente consuma". El problema es "si somos capaces de mantener la tensión en los precios o en el deterioro del sector exterior". La respuesta del Gobierno "es que no", sobre todo, añadió, "porque tenemos una tasa de ahorro insuficiente".Para el ministro de Economía, el aumento del consumo privado es iresponsable de un crecimiento económico mayor del deseado el pasado año. Según los datos facilitados por Solchaga, la demanda nacional creció un 7,9% el pasado año y el PIB un 5% frente a incrementos del 7,1% y 5,2% el año anterior. El mayor tirón correspondió al consumo privado que pasó del 4,7% en 1988 al 5,6% el pasado año, mientras que la inversión creció un 14,7% y un 14,9% respectivamente. Todo ello, acompañado de un descenso continuado en la tasa de ahorro de las familias.

"No me niego a discutir, por razones sociales, la introducción de medidas fiscales al ahorro", explicó el ministro, como por ejemplo "desgravar más o menos la compra de la primera vivienda o incentivar más o menos los planes de pensiones y cualquier otra medida horizontal que no tenga efectos perturbadores". Pero "es dificil que me convenzan de que determinadas desgravaciones vayan a incentivar el ahorro de las familias, sin crear otros problemas". A pesar de ello, "la nueva ley del IRPF tendrá que contemplarlo".

Bienestar social

Para Solchaga, la propensión de las economías domésticas al consumo obedece a que "se ha restaurado la confianza en el futuro económico" y "tiene que ver con el desarrollo del estado del bienestar". Cada vez existen, según el ministro, "mayores redes de seguridad", por ejemplo, "más gratuidad en la enseñanza, una asistencia sanitaria universalizada o un sistema de pensiones públicas que garantiza el 80% del último salario en la primera percepción". "De este pozo poco agua se puede sacar para el futuro", concluyó el ministro.Por el contrario, Solchaga sí se mostró confiado en la eficacia de incentivar fiscalmente el ahorro de las empresas, por ejemplo, a través de fomentar la constitución de reservas en detrimento de los beneficios distribuidos. Sin embargo, descartó una rebaja en las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social. "Prefiero reducir los impuestos directos de manera progresiva antes que rebajar las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social", afirmó el ministro. Esta rebaja en los impuestos directos -sobre todo el IRPF- no se reflejará en una menor presión fiscal global, ya que por imperativo de la CE, tanto el IVA como los impuestos especiales tendrán que aumentar. "Prefiero mantener la presión fiscal y reducir el déficit público para mejorar la tasa de ahorro de la economía", precisó Solchaga.

En cuanto a los proyectos de su departamento para la actual legislatura, el ministro destacó la aprobación este año de una nueva ley del IRPF cuyo contenido será consensuado con las fuerzas sociales y los grupos parlamentarios. También anunció la reforma de la Ley General Tributaria, cuando el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre los recursos presentados.

Solchaga resaltó que "de nada vale hacer un nuevo diseño del sistema fiscal si la gestión, inspección y administración de los tributos no funcionan adecuadamente". Para ello, anunció que aumentarán las competencias de los subinspectores de Hacienda y que se van a sectorializar los servicios de inspección y a crear equipos especializados.

Carlos Solchaga anunció, además, la creación de un servicio centralizado de vigilancia para el cumplimiento de las obligaciones de información por parte de las entidades financieras.