Andriessen: "El reto del Este estimulará la integración europea"

A. O. "El reto de Europa del Este será más un estímulo que un impedimento para la integración europea", afirma Frans Andriessen, vicepresidente de la Comisión Europea, encargado de las Relaciones Exteriores de la Comunidad Europea (CE). Este holandés de 60 años cree que la cuestión de la reunificación alemana es algo que tienen que decidir los propios alemanes. Ve más probable la incorporación de la República Democrática Alemana (RDA) a la Comunidad a través de la República Federal de Alemania (RFA). "La reunificación significaría así la ampliación de un país miembro" y no la ampliación del número de miembros de la CE. "Tras las elecciones veremos" añade.

Andriessen no cree que este proceso de reunificación y de ingreso de la RDA en la CE vaya a ir muy rápido. "No es cuestión de meses, aunque nunca se sabe". Si en el caso de la adhesión de Austria se menciona siempre el problema que supone la neutralidad, Andriessen es consciente de que en este terreno de política exterior el caso de Alemania Oriental es aún más difícil. "Una cuestión importante es saber en qué contexto político solicita Alemania Oriental la adhesión".La adaptación económica de los países de Europa. Central y del Este al patrón comunitario "es un proceso que durará años", manifestó Andriessen, que estuvo el lunes y ayer en Madrid para entrevistarse con diversas autoridades españolas y participar en la reunión ministerial del Airbus.

Aunque los países de Europa del Este necesitan ayuda pública "para financiar importantes proyectos, por ejemplo en educación, comercio, infraestructuras" sin inversión privada, "el ejercicio no tendrá éxito", afirma Andriessen. Pero "tienen que crear las condiciones para atraer a las inversiones privadas. Tienen que reestructurar sus sistemas. No es una condición que impongamos, sino algo inherente. Si no lo hacen no habrá inversión privada". Y para Andriessen no es una "cuestión de propiedad privada, sino principalmente de modo de gestión". Respecto a Rumanía, manifiesta la ayuda de la Comunidad, salvo la alimentaria por razones humanitarias "vendrá condicionada por el establecimiento de la democracia en ese país. Si no se establece, no habrá ayuda".

En términos generales no cree que los cambios en el Este pongan en peligro la profundización de la CE. Así ve futuro a la Unión Monetaria: "Necesitamos una política monetaria más integrada. Es una condición para poder dar el apoyo que necesitan a los países del Este".

Para finales de siglo ve en este Viejo Continente "una Comunidad Europea fuerte y muy integrada, con doce o más miembros. Una relación fuerte entre la Comunidad y los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) si la construcción de la EFTA prosigue", y unos países de la hoy Europa del Este con acuerdos de asociación estrecha con la CE. "No se puede excluir que entre tanto algunos países europeos soliciten la adhesión y que en la Comunidad nos consideremos lo suficientemente fuertes para avanzar en esa dirección".

"Hay un contexto europeo más amplio", y, "Algunas personas hablan de confederación. A mí no me parece un concepto concreto por el momento, por lo que no me presto a la especulación".

Relaciones con EE UU

Respecto a las relaciones con EE UU, Andriessen considera que el Plan Baker "demuestra que la Comunidad está cobrando cada vez mayor importancia como entidad política", y que la CE "tiene un papel que desempeñar en las relaciones Este-Oeste".

A pesar de las tensiones comerciales, las relaciones entre la CE y Estados Unidos "han mejorado. Se ha evitado la escalada y hemos mantenido la situación bajo control".

Ahora se intenta intensificar el diálogo entre la CE y EE UU. En 1990 por vez primera se celebrará una reunión formal en EE UU entre la Comisión Europea y la Administración estadounidense. Hasta ahora este tipo de diálogo se celebrará una vez al año en Bruselas tras la reunión de otoño de la OTAN.