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El desequilibrio exterior fue el año pasado de 11.642 millones de dólares frente a los 10.000 previstos

El déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente alcanzó el año pasado los 11.642 millones de dólares frente a los 2.968 millones de déficit en 1988. Este desequilibrio exterior supera las previsiones del Gobierno, que había estimado que el ejercicio acabaría con un déficit exterior de unos 10.500 millones de dólares, lo que equivale al 3% del producto interior bruto (PIB). El fuerte aumento del déficit -cuatro veces superior al del año anterior- es el resultado tanto del deterioro de la balanza comercial como de la caída de los ingresos netos por turismo. Éstos fueron de 13.094 millones de dólares en 1989 frente a los 14.246 millones del ejercicio anterior.

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El déficit comercial alcanzó los 3,2 billones de pesetas en 1989

Las entradas netas por turismo -13.094 millones de dólares durante el pasado año- compensaron sólo poco más de la mitad del déficit comercial, mientras que en 1988, los 14.246 millones de dólares de ingresos netos por turismo compensaron el 90% del desequilibrio comercial de ese año. El motivo fundamental del despegue del déficit exterior, en cualquier caso, es el fuerte aumento del déficit comercial. Según los datos del registro de caja del Banco de España, las importaciones superaron a las exportaciones en 2,9 billones de pesetas; dato inferior al facilitado por Aduanas por el diferente sistema de contabilización que siguen ambas estadísticas.

Durante el mes pasado, el déficit corriente fue de 1.692 millones de dólares, frente a los 1.173 millones de diciembre de 1988. Con los datos del registro de caja del Banco de España, el déficit comercial de diciembre fue de 263.000 millones de pesetas y las entradas por turismo de 71.800 millones.

El desequilibrio exterior -patente en la balanza comercial y por cuenta corriente- también se refleja en la balanza básica, que es el resultado de sumar al saldo por cuenta corriente las entradas de capital a largo plazo. La balanza básica cerró 1989 con un superávit de 6.066 millones de dólares, cuando el año anterior había sido de 7.720 millones de dólares.

La reducción de este superávit se ha producido a pesar de que siguen aumentando las entradas de capital a largo plazo que en 1989 fueron de 17.708 millones de dólares, frente a los 10.688 millones del año anterior. Los 7.000 millones de aumento provienen del fuerte incremento de la inversión extranjera en España, que ha pasado desde 9.459 millones de dólares en 1988 hasta los 16.636 millones en 1989.

Las entradas de capital foráneo se han concentrado en el largo plazo durante el año pasado. Así, frente al 76% de aumento de la inversión extranjera a largo plazo, las entradas netas de capital a corto plazo se redujeron sensiblemente, al pasar de 924 millones de dólares en 1988 a 296 millones el ejercicio pasado.

Demanda de pesetas

Esta caída queda en parte reflejada en el menor aumento de las reservas centrales de divisas durante el último año. Con la excepción de febrero, las reservas aumentaron mes a mes hasta octubre y, a partir de entonces, han iniciado una trayectoria descendente. El resultado es que el aumento de las reservas en el conjunto del año es de 4.547 millones de dólares, frente a los 9.703 millones de 1988.

La disminución de las reservas indica un retroceso en la demanda total de pesetas contra el resto de las divisas que -en lugar de saldarse con una depreciación de la peseta hasta igualar oferta y demanda- es esterilizado a través de intervenciones del Banco de España, vendiendo parte de las reservas acumuladas.

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